El hallazgo de un pozo con 119 bolsas con restos humanos de al menos 44 personas, ha agudizado la crisis forense del occidental estado mexicano de Jalisco y profundizado la inseguridad en el país que contabiliza 3.024 fosas clandestinas descubiertas desde 2006.
Hasta ahora, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) ha identificado que los restos descubiertos pertenecen al menos a 44 personas, de las que han registrado nueve cuerpos completos, 17 incompletos, nueve cabezas y nueve troncos de diferentes personas.
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Luego de analizar el contenido de los 119 bultos, “aún hay diversas piezas que los peritos siguen analizando” por lo que el número de víctimas podría incrementar, detallaron las autoridades.
La manera en que los cuerpos fueron depositados y ocultados en el pozo, situado en el municipio de Zapopan, hace más compleja su identificación, pues los peritos deben revisar hueso por hueso y hacer pruebas para determinar si pertenecen a la misma osamenta.
El coordinador del Gabinete de Seguridad del estado de Jalisco, Macedonio Tamez Guajardo, declaró que los restos humanos presentan entre tres días y un año de evolución cadavérica, lo que dificulta el análisis forense.
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Fue el olor fétido de los cuerpos en descomposición lo que alertó a los vecinos de la colonia La Primavera, una urbanización en la que conviven casonas de descanso y humildes edificaciones a la que se llega por un camino con grandes tramos sin pavimentar.
Se sabe que los vecinos avisaron al dueño del predio y este a su vez denunció el hecho a las autoridades, aunque cuando se les pregunta los moradores prefieren decir poco a los medios de comunicación.