En una entrevista reciente, Petro afirmó que la cocaína “no es más mala que el whisky” y que, si se legalizara, podría ayudar a combatir el crimen organizado en el país. Esta propuesta ha generado reacciones divididas tanto en Colombia como en el exterior.
Según Petro, legalizar la cocaína permitiría acabar con el mercado ilegal y disminuir la violencia asociada al narcotráfico. “La cocaína no es más mala que el whisky, pero ha sido criminalizada de forma injusta”, declaró el mandatario en su intervención. Además, argumentó que el negocio de las drogas ha alimentado a los grupos armados ilegales y las organizaciones criminales durante décadas, y que una regulación de la cocaína sería una alternativa para reducir su poder.
La propuesta no ha sido bien recibida por todos los sectores. Críticos señalan que esta medida podría tener efectos negativos en la salud pública y en la imagen internacional de Colombia. Otros, sin embargo, defienden que la guerra contra las drogas ha fracasado y que es necesario buscar soluciones más innovadoras y efectivas.
El debate sobre la legalización de las drogas sigue siendo uno de los temas más complejos y polémicos en América Latina. El presidente Petro ha asegurado que este tema será una de las prioridades de su gobierno, y espera que la comunidad internacional se sume a la discusión para encontrar una solución al problema del narcotráfico.