Un informe reciente de expertos globales advierte sobre el riesgo de diagnosticar a demasiadas personas con obesidad y sugiere la necesidad de una definición más precisa y matizada. Este estudio, respaldado por más de 50 especialistas y publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology, propone que los médicos consideren la salud general de los pacientes en lugar de basarse únicamente en el índice de masa corporal (IMC) para el diagnóstico.
El informe introduce dos categorías: obesidad clínica para aquellos con enfermedades crónicas relacionadas con el peso, y obesidad preclínica para quienes no presentan problemas de salud actuales. Se estima que más de mil millones de personas sufren obesidad a nivel mundial, lo que ha incrementado la demanda de tratamientos para adelgazar.
Limitaciones del IMC
El IMC, que se considera obesidad a partir de un valor superior a 30, no refleja adecuadamente la salud del paciente ni distingue entre grasa y músculo. Los expertos sugieren utilizar medidas como el cociente cintura-estatura y análisis directos de grasa corporal para obtener una evaluación más precisa. Esto permitiría identificar mejor a quienes realmente necesitan tratamiento médico.
El informe subraya que las personas con obesidad preclínica deberían recibir asesoramiento sobre pérdida de peso en lugar de tratamientos farmacológicos o quirúrgicos. La redefinición de la obesidad es crucial para mejorar la atención médica y reducir diagnósticos erróneos. Sin embargo, hay preocupaciones sobre cómo esta nueva clasificación podría afectar la financiación y atención a los pacientes con obesidad preclínica, ya que podría haber un enfoque desproporcionado en quienes cumplen con criterios clínicos más severos.