El exministro de Defensa surcoreano Kim Yong-hyun intentó quitarse la vida en un centro de detención en Seúl, donde se encuentra preso tras ser acusado de insurrección por su participación en la declaración de la ley marcial la semana pasada. Después del fallido intento, Kim fue trasladado a una celda especial y su vida no corre peligro, según informes de las autoridades penitenciarias.
Kim fue arrestado formalmente el miércoles, tras haber sido detenido de urgencia el fin de semana anterior. Se le acusa de insurrección y abuso de poder por obstruir derechos básicos durante el breve periodo en que la ley marcial estuvo vigente. Los fiscales han señalado que Kim cambió de teléfono y eliminó conversaciones en Telegram después del estado de excepción, lo que generó preocupaciones sobre la posible destrucción de pruebas.
Durante sus interrogatorios, Kim ha sostenido que sus acciones no fueron ilegales ni inconstitucionales. Su arresto ha intensificado las investigaciones en torno al presidente Yoon Suk Yeol, quien también enfrenta acusaciones relacionadas con la ley marcial y ha sido prohibido de salir del país mientras se llevan a cabo las pesquisas.