Estados Unidos acusó el jueves al presidente venezolano, Nicolás Maduro, y a otros altos funcionarios de su gobierno de "narcoterrorismo", la más reciente medida en la campaña de presión de la administración de Donald Trump contra el líder socialista.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ofreció una recompensa de hasta 15 millones de dólares por información que lleve al arresto o procesamiento de algunos ciudadanos venezolanos, incluido el presidente Maduro, a quien Washington quiere lejos del poder.
"El Departamento ofrece un recompensa de hasta 15 millones de dólares por información relacionada con Nicolás Maduro Moros", dijo la cartera en un comunicado.
El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, anunció los cargos contra Maduro, quien ya enfrenta sanciones del gobierno de Trump, como parte de un conjunto de medidas para presionar su salida del poder.
"Eres un miserable Donald Trump", dijo Maduro en Caracas, durante un discurso en la televisión estatal donde desestimó las acusaciones por "falsas" y "racistas" al ponerle precio "a la cabeza de unos revolucionarios". Aseguró que está dispuesto a combatirlo en todos los terrenos.
Horas antes, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, había denunciado que el gobierno de Trump busca ganancias electorales en el estado de Florida con las acusaciones contra Maduro.
"Ofrecer recompensas al estilo de los vaqueros racistas del lejano oeste demuestra el desespero de la elite supremacista de Washington y su obsesión contra Venezuela para alcanzar réditos electorales en el estado de la Florida", dijo Arreaza leyendo un comunicado del gobierno.
Barr acusó a Maduro y algunos de sus colaboradores de conspirar junto con un disidentes de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "para inundar Estados Unidos con cocaína".
"Mientras el pueblo venezolano sufre, esta camarilla (...) se llena los bolsillos", dijo Barr sobre Maduro y los más de una docena de otras personas que fueron acusadas, una lista que incluye al ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno y al presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, segundo hombre fuerte del gobierno.
El Departamento de Estado ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por información que lleve al arresto o procesamiento de Cabello.
La acusación, una inusual acción de Estados Unidos contra un mandatario en funciones de otro país, marca una significativa escalada de Washington contra Maduro, en momentos en que funcionarios estadounidenses han dicho que Trump está cada vez más frustrado con los resultados de su política hacia Venezuela.
Estados Unidos y otras decenas de países reconocen al líder opositor Juan Guaidó como el presidente legítimo del país. Pero Maduro se ha mantenido en el poder con el apoyo de los militares, y de países aliados como Rusia, China y Cuba.
Los funcionarios estadounidenses acusan a Maduro y sus colaboradores de convertir a Venezuela en un "narcoestado", tras asegurar que utilizan los fondos del narcotráfico para compensar la caída de los ingresos de sus exportaciones petroleras, en medio de las severas sanciones contra la estatal PDVSA.
Las acusaciones expedidas en Nueva York, Florida y Washington.