El Vaticano ha excomulgado al arzobispo italiano Carlo Maria Viganò, de 77 años, tras declararlo culpable del delito de cisma tras un proceso penal extrajudicial.
Según el comunicado del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Viganò fue hallado culpable debido a “sus declaraciones públicas, de las que se desprende su negativa a reconocer y someterse al Sumo Pontífice, de la comunión con los miembros de la Iglesia sometida a él y de la legitimidad y autoridad magisterial del Concilio Vaticano II”.
La excomunión, conocida como “latae sententiae”, es una sanción automática por haber cometido un hecho grave. Viganò no podrá oficiar misas, impartir sacramentos, ejercer cargos eclesiásticos u ordenar actos ejecutivos, entre otros castigos.
Sin embargo, la excomunión no es definitiva y puede ser revocada si Viganò se arrepiente y regresa a la obediencia. Su caso se compara con el del arzobispo Marcel Lefebvre, excomulgado en 1988 por Juan Pablo II por actos cismáticos.
Viganò, crítico feroz del papa Francisco al que tacha de “usurpador”, ha insistido en considerar ilegítimo el Concilio Vaticano II y ha optado por cortar la comunión con la Iglesia y el Papa.