El Reloj del Apocalipsis acaba de sonar más fuerte que nunca. El martes 28 de enero, los científicos movieron las manecillas un segundo más cerca de la medianoche, dejándonos a 89 segundos del fin del mundo. Nunca habíamos estado tan cerca de un cataclismo planetario. Tensiones nucleares, crisis climática y la desinformación nos están llevando al borde.
Este reloj simbólico, creado por el Boletín de los Científicos Atómicos en 1947, no es solo una metáfora de lo que podría pasar, sino una alarma global que marca cómo la humanidad se acerca a la autoaniquilación. Cada año, un grupo de científicos, incluidos premios Nobel, toma la decisión de mover las manecillas, y este año, el clima internacional está más tenso que nunca.
Ubicado en la sede de la organización en Chicago, este reloj se ha convertido en un símbolo poderoso de la vulnerabilidad de nuestra civilización frente a amenazas como el conflicto nuclear, el cambio climático y los avances tecnológicos descontrolados.
El reloj ha ido avanzando a lo largo de los años dependiendo de los eventos globales, y ahora, tras la investidura de Donald Trump, quien rompió todas las reglas de cooperación internacional, el reloj se adelantó un segundo más, reflejando el caos global. En 2023, las manecillas se adelantaron 10 segundos, tras la invasión de Rusia a Ucrania, y ahora, ¡a solo 89 segundos de la medianoche! Estamos al borde del abismo, y la cuenta regresiva no se detiene. ¿Qué nos depara el futuro?