El papa Francisco, de 88 años, ha sido ingresado en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma para continuar su tratamiento por bronquitis, que ha estado padeciendo durante varios días. La noticia fue confirmada por la Sala de Prensa del Vaticano, que indicó que el Papa se someterá a pruebas diagnósticas necesarias en un entorno hospitalario.
A pesar de su estado de salud, Francisco había mantenido su agenda, incluyendo audiencias con líderes como el primer ministro eslovaco Robert Fico. Sin embargo, su deterioro progresivo ha llevado a la decisión de hospitalización, ya que mostraba signos evidentes de debilidad y dificultades respiratorias. La bronquitis del Pontífice no es nueva; él mismo la había mencionado en una audiencia reciente, describiéndola inicialmente como un “fuerte resfriado”.
Como resultado de su ingreso, se han cancelado varias actividades programadas, incluyendo la audiencia jubilar del sábado y la misa del domingo, que será presidida por el cardenal José Tolentino de Mendonça.
Esta no es la primera vez que el Papa enfrenta problemas respiratorios; ha tenido episodios similares en el pasado y ha sido hospitalizado en varias ocasiones por afecciones relacionadas.