El Papa ha defendido el celibato ante en un encuentro con el clero de la Repúbica Democrática del Congo. “Qué hermoso es ser signos luminosos de disponibilidad total al Reino de Dios, viviendo el celibato”, ha manifestado frente a las voces en el seno de la Iglesia que instan a revisar el celibato de los sacerdotes y la ordenación de hombres casados.
El Papa dicho, además, que el sacerdocio es “estéril” si no sirve al pueblo en su último discurso en la República Democrática del Congo, hasta donde llegó este martes en su primer viaje internacional de este año y el quinto al continente africano.
“Si vivimos para ‘servirnos del pueblo’ en vez de ‘servir’ al pueblo, el sacerdocio y la vida consagrada se vuelven estériles”, ha asegurado en su última cita pública de la primera etapa de su 40º viaje apostólico que mañana lo llevará Sudán del Sur donde llevará un mensaje de reconciliación.
Tras el encuentro que ha mantenido con alrededor de 65.000 jóvenes a los que pidió que tuvieran el coraje de decir “sí a la honestidad” y “no a la corrupción”, Francisco se ha reunido con el clero del país y ha exclamado que el ministerio no es “un trabajo para ganar dinero o tener una posición”.
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En su discurso a los presbíteros, religiosos y seminaristas les ha pedido que no sean “funcionarios de lo sagrado o profesionales distantes del pueblo”. Con respecto a la formación, ha apuntado a que esta “no es opcional” y que “debe continuar siempre, toda la vida”.
Del mismo modo, ha reivindicado, además, que la evangelización no sea solo de palabra sino también a través del testimonio. “Para ser buenos sacerdotes, diáconos y consagrados no son suficientes las palabras y las intenciones; lo que realmente cuenta es la vida misma”, ha proclamado. Francisco, que se desplaza en silla de ruedas por dolores de rodilla, se ha reunido antes de este con el primer ministro, Jean-Michel Sama Lukonde, en la nunciatura apostólica, la “embajada” de la Santa Sede en el país.
Como es habitual en sus viajes, Francisco concluirá esta tercera jornada de visita con un encuentro privado con miembros de la Compañía de Jesús.