El grupo terrorista Hamas ha confirmado la muerte de su líder, Ismail Haniyeh, en un ataque en Teherán, donde se encontraba para asistir a la ceremonia de investidura del nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian. Según el grupo, Haniyeh fue asesinado en una “redada traicionera sionista” en su residencia, y también falleció uno de sus guardaespaldas. El ataque ha sido atribuido a Israel, aunque este país no ha confirmado su implicación.
Haniyeh, de 61 años, era una figura clave en las negociaciones de alto el fuego en Gaza y su muerte representa un golpe significativo para Hamas, ya que era su principal representante político en el extranjero.
Las reacciones han sido inmediatas. El líder supremo de Irán, Alí Khamenei, prometió venganza contra Israel, mientras que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó el ataque de “traicionero” y “cobarde”. Hamas ha advertido que Israel ha cometido un “error de cálculo” y ha amenazado con represalias, sugiriendo que la escalada de violencia podría intensificarse en la región.
En respuesta a la situación, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, destacó la necesidad de un alto el fuego inmediato en Gaza, donde las operaciones israelíes han continuado tras los ataques de milicias pro-palestinas del 7 de octubre. Las manifestaciones de repudio por la muerte de Haniyeh se han registrado en los territorios palestinos, mientras que en Tel Aviv algunos ciudadanos celebraron la noticia.



