Demetrius Frazier, un hombre estadounidense de 52 años, fue ejecutado el jueves en Alabama mediante inhalación de nitrógeno, un método que ha sido criticado por la ONU como “no probado” y potencialmente cruel. Esta es la cuarta vez que se utiliza este método en el estado, que es el único en EE. UU. que lo ha implementado desde su introducción hace un año.
La ejecución de Frazier se llevó a cabo en relación con la violación y asesinato de Pauline Brown en 1991, cuando él irrumpió en su apartamento y la asesinó a tiros tras agredirla sexualmente.
Frazier ya había sido condenado previamente por el asesinato de una niña de 14 años en Michigan, donde cumplía una cadena perpetua antes de ser transferido a Alabama en 2011.
A pesar de sus apelaciones para ser regresado a Michigan y cuestionar el método de ejecución, los tribunales estadounidenses las rechazaron. Frazier fue declarado muerto a las 18:36 hora local.
Esta ejecución marca la tercera en EE. UU. en 2025, y se produce en un contexto donde la pena de muerte ha sido abolida en 23 estados y otros tres han impuesto moratorias.