El conflicto en Ucrania ha llegado a un momento crítico, con Estados Unidos y Rusia acercándose a una negociación directa para redefinir sus relaciones diplomáticas y, posiblemente, alcanzar un acuerdo de paz. La cumbre, programada para este martes en Arabia Saudí, marcaría la conversación más significativa entre ambas potencias desde la invasión rusa de febrero de 2022.
Según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, los temas principales incluirán la restauración de las relaciones entre Moscú y Washington, la resolución del conflicto en Ucrania y la preparación de una reunión entre Donald Trump y Vladímir Putin. En representación de EE.UU. estarán el secretario de Estado Marco Rubio, el asesor de seguridad nacional Mike Waltz y el enviado especial Steve Witkoff. Por parte de Rusia, asistirán el canciller Serguéi Lavrov y el asesor de Putin, Yuri Ushakov.
La exclusión de Ucrania en estas conversaciones ha generado indignación en Kiev. El presidente Volodymyr Zelenskyy expresó su descontento, señalando que “ningún acuerdo será válido sin la participación de Ucrania”. Por su parte, la Unión Europea, liderada por Francia, ha convocado una reunión de emergencia para analizar la postura de EE.UU. y definir una respuesta conjunta.
Las implicaciones geopolíticas de estas negociaciones son profundas. La administración Trump ha tomado un rumbo diferente al de su predecesor Joe Biden, priorizando el diálogo con Moscú y sugiriendo que Ucrania debe renunciar a algunas de sus aspiraciones, como la adhesión a la OTAN y la recuperación total de los territorios ocupados.
Mientras tanto, los aliados europeos temen que un acuerdo entre EE.UU. y Rusia pueda debilitar la postura de la OTAN y reforzar la influencia de Moscú en la región.