Boeing ha comenzado a enviar avisos de despido a 17 mil empleados, lo que representa el 10% de su plantilla global, como parte de una reestructuración que se implementará a partir de enero de 2024. Esta decisión se toma en medio de una crisis financiera que incluye pérdidas acumuladas de más de 25 mil millones de dólares desde 2019 y desafíos operativos significativos, como problemas técnicos y una huelga que ha paralizado la producción desde el 14 de septiembre.
El nuevo CEO de Boeing, Kelly Ortberg, quien asumió el cargo en agosto, señaló que estos despidos son necesarios para alinear los recursos humanos con “la realidad financiera” de la empresa. La compañía enfrenta además retrasos en la entrega del avión 777X, que ahora se espera para 2026 en lugar de 2025.
La huelga, que involucró a 33 mil trabajadores, se originó por desacuerdos sobre un nuevo contrato colectivo y ha tenido un impacto financiero severo en Boeing, estimándose que le cuesta alrededor de mil millones de dólares al mes.
Los despidos se notifican a través de la Ley WARN (Notificación de Ajuste y Reentrenamiento de Trabajadores), que exige un aviso previo de 60 días antes de la efectividad de los despidos. Esta situación refleja la difícil posición en la que se encuentra Boeing, obligada a tomar decisiones drásticas para intentar restaurar su competitividad y estabilidad financiera.