Desde la noche del viernes, Cuba enfrenta un apagón masivo que ha dejado a millones de habitantes sin electricidad, sumiendo a la isla en la oscuridad por segunda noche consecutiva. Este incidente, el cuarto en menos de seis meses, ha afectado gravemente la vida cotidiana de los cubanos, quienes lidian con la falta de servicios esenciales y temen por la conservación de alimentos en medio de altas temperaturas.
El corte de energía se originó alrededor de las 8:15 p.m. del viernes debido a una falla en la subestación de Diezmero, ubicada en las afueras de La Habana. Esta avería provocó una reacción en cadena que culminó con la caída total del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), dejando sin suministro a la mayoría de los 9,7 millones de habitantes de la isla.
Las autoridades han trabajado incansablemente para restablecer el servicio eléctrico. Sin embargo, hasta el sábado por la noche, el progreso ha sido limitado. Según informes oficiales, el restablecimiento no ha sido tan rápido como se esperaba, principalmente debido a dificultades para reiniciar una planta vital en el occidente del país. A pesar de los esfuerzos, vastas áreas de la capital y del país continúan sin electricidad, afectando servicios básicos como el suministro de agua y la conservación de alimentos.
Los residentes de La Habana y otras provincias expresan su frustración y preocupación. Sin electricidad, muchos temen que los alimentos almacenados se echen a perder, y la falta de agua potable se ha convertido en un problema crítico. “No hay ni una gota de agua y la comida está empezando a echarse a perder”, comentó una residente afectada por el apagón.
Este apagón resalta la fragilidad del sistema eléctrico cubano, caracterizado por infraestructuras obsoletas y una crónica escasez de combustible. La crisis energética se ha intensificado en los últimos meses, con apagones frecuentes que afectan gravemente la vida diaria y la economía de la isla. Las autoridades atribuyen parte de la problemática a las sanciones económicas y a la dificultad para adquirir recursos necesarios para el mantenimiento y modernización del sistema eléctrico.
Mientras tanto, los cubanos intentan adaptarse a las circunstancias, utilizando generadores privados, cocinando con leña y buscando alternativas para sobrellevar la situación. La incertidumbre sobre cuándo se restablecerá completamente el servicio eléctrico aumenta la preocupación y el descontento entre la población, que enfrenta una de las peores crisis energéticas en décadas.
Millones de cubanos pasan su segunda noche sin electricidad
— DW Español (@dw_espanol) March 16, 2025
Millones de personas en #Cuba pasaron el sábado su segunda noche sin energía eléctrica tras el apagón generalizado que afectó a la isla, el cuarto en menos de seis meses. /ab pic.twitter.com/PwpMmnrzDD