Stephen Hawking, el renombrado físico teórico y cosmólogo británico, hizo una impactante predicción sobre el futuro de la humanidad y el planeta. En un evento en 2017, advirtió que para el año 2600, la Tierra podría convertirse en “una gigantesca bola de fuego” debido al calentamiento global y el desmedido consumo de recursos energéticos. Este pronóstico ha cobrado relevancia recientemente tras ser respaldado por la NASA, que subraya la urgencia de abordar el cambio climático y sus efectos devastadores.
Hawking destacó que si la población mundial continúa creciendo a su ritmo actual y el consumo de electricidad sigue aumentando, la situación se volvería insostenible. En su intervención en el Tencent WE Summit, enfatizó que “el consumo de electricidad haría que la Tierra brillara al rojo vivo”, lo que plantea serias implicaciones ecológicas.
La NASA ha coincidido con esta visión, afirmando que las actividades humanas están atrapando más energía del Sol en la Tierra, lo que está provocando cambios climáticos rápidos y generalizados.
Además de señalar los peligros del cambio climático, Hawking consideraba que estos problemas son abordables mediante soluciones tecnológicas. Mencionó que los desafíos actuales son “problemas de ingeniería” que pueden resolverse con el tiempo y la innovación. En este contexto, tecnologías como la energía nuclear y la captura de carbono están siendo exploradas para mitigar los efectos del cambio climático. Empresas como Amazon Web Services están investigando soluciones sostenibles para sus centros de datos, buscando reducir su huella de carbono.
Por último, aunque Hawking reconocía los desafíos inminentes, también creía en la capacidad humana para cambiar el rumbo. Hizo un llamado a la acción urgente para preservar nuestro planeta antes de que sea demasiado tarde.