La Corte Suprema brasileña frustró el domingo la intención del alcalde de Río de Janeiro, el expastor evangélico Marcelo Crivella, de fiscalizar y retirar de circulación libros con contenido sexual “inapropiado” de la Bienal del Libro de Río, uno de los principales eventos literarios de Brasil.
El jueves Crivella había ordenado a los organizadores de la Bienal que retiraran de circulación un libro de cómics de la editorial Marvel que contiene un beso entre dos hombres para “proteger” a los menores de “contenido sexual”. Pero el tiro le salió por la culata. Apenas horas después, y tras la negativa de los organizadores, el libro se agotó.
El libro, llamado “Vengadores, la cruzada de los niños”, presenta una escena en la que dos personajes hombres, novios en la historia, se besan.
La “rebelión” de los organizadores de la Bienal dio inicio a una batalla judicial en instancias inferiores. El domingo la procuradora general Raquel Dodge había pedido con urgencia a la Corte que anulara una orden de la justicia de Río del sábado que permitía a la alcaldía aprehender libros.
Dodge había pedido la suspensión de la orden de confiscar obras que traten el “homotransexualismo” debido a que la censura podía lesionar el derecho a la libertad de expresión y el libre “tránsito de ideas”.
De forma preventiva, el presidente de la Corte, José Dias Toffoli, le dio la razón a Dodge y dejó sin efecto la decisión de la justicia de Río.
Poco después de publicada la decisión en el sitio oficial de la Corte brasileña, la alcaldía de Río dijo en un comunicado oficial que presentará un recurso para que se revise la decisión.
"La decisión no examina el fundamento de la medida tomada por la alcaldía al fiscalizar la Bienal: la defensa de los niños y adolescentes, que determina que revistas y publicaciones con contenido impropio para menores deben ser vendidos con embalaje lacrado y con advertencia sobre el contenido", aseguró la alcaldía.
Crivella dijo el jueves en un video publicado en su cuenta de Twitter que “la alcaldía determinó que los organizadores recojan ese libro que trae contenido sexual para menores”. Sin embargo, la Bienal no dio su brazo a torcer. En un comunicado defendiendo la exhibición del libro, los organizadores destacaron que se trata de un evento “plural, donde todos están representados”.
Organizaciones civiles y de homosexuales describieron la actitud de Crivella como una maniobra “homofóbica”.
De fuerte tradición conservadora, Crivella, quien fue obispo de la Iglesia Universal del Reino de Dios en Brasil, se ha referido en el pasado a los homosexuales como “víctimas de un terrible mal”.