Un tribunal ruso ha decidido trasladar al chamán yakutio Alexander Gabyshev de un centro psiquiátrico de alta seguridad a un hospital, lo que representa un posible avance hacia su libertad. Gabyshev, quien comenzó en 2019 una caminata de 8 mil kilómetros desde Sajá hasta Moscú con la intención de “exorcizar” al presidente Vladimir Putin, ha estado bajo internamientos forzados y ha enfrentado acusaciones de extremismo y diagnósticos de “locura” que sus defensores consideran represalias políticas.
Desde su arresto en septiembre de 2019, Gabyshev ha pasado la mayor parte de cinco años en hospitales psiquiátricos, donde recibió tratamientos peligrosos, a pesar de que expertos independientes confirmaron su cordura. A sus 55 años, ha ganado notoriedad en redes sociales y se ha convertido en figura central de obras artísticas y documentales.
Gabyshev pertenece al grupo étnico tuvano y su caso ha resonado entre las minorías afectadas por la movilización militar en Ucrania. Su abogado, Alexey Pryanishnikov, indicó que aunque el traslado a un hospital es un paso positivo, las condiciones siguen siendo preocupantes debido a la historia del personal médico que lo diagnosticó como “loco” para satisfacer a las autoridades.
A pesar de los obstáculos, Gabyshev ha mantenido el apoyo popular y su figura se ha fortalecido desde su intento fallido de marchar hacia Moscú. En diversas ocasiones, ha expresado abiertamente su oposición a Putin, llamándolo “una bestia” y argumentando que no se debe negociar con él.
Si se realiza un nuevo intercambio de prisioneros, podría tener la oportunidad de recuperar su libertad.