El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, controlado por el chavismo, dio el primer paso para validar la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio, convocando a los candidatos a una audiencia.
Nueve de los diez candidatos, incluyendo Maduro, comparecieron ante el TSJ para exigir la publicación de las actas de escrutinio y auditorías electorales, tras denuncias de fraude que han derivado en protestas con al menos once civiles muertos.
Los candidatos argumentaron que las actas son fundamentales para la transparencia y la paz en el país. Enrique Márquez, ex rector del Consejo Nacional Electoral (CNE), solicitó la publicación detallada de los resultados, mientras que Javier Bertucci, pastor evangélico, urgió al tribunal a convocar al CNE para revelar todas las actas y papeletas de votación.
Durante la audiencia, el presidente del CNE, Elvis Amoroso, emitió un segundo boletín que otorga a Maduro 6,4 millones de votos (52%) frente a 5,3 millones del opositor Edmundo González Urrutia (43%), representante de la deshabilitada líder opositora María Corina Machado. Machado y González Urrutia no asistieron a la audiencia, y Maduro los acusó de promover actos violentos en las protestas y desconocer los resultados anunciados por el CNE.El comediante y candidato Benjamín Rausseo expresó que existe un “manto” de “opacidad” que ha conducido a “enfrentamientos y violencia” en el país, y criticó el retraso del CNE en publicar resultados detallados. Antonio Ecarri insistió en que “si hay denuncias gravísimas del proceso, las instituciones tienen que resolverlo de manera inmediata”.El TSJ tiene ahora la tarea de mediar en esta crisis política, mientras que la oposición mantiene que el tribunal no tiene competencia para certificar los resultados electorales. El CNE ha justificado la demora en publicar resultados detallados alegando un ataque cibernético.