El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, no tuvo reparos en dejar en ridículo a Gustavo Petro durante un encuentro con empresarios iberoamericanos. En medio de su discurso para atraer inversión extranjera, lanzó una pulla que desató risas entre los asistentes:
“Debe ser difícil que un día todo esté bien y al siguiente, el presidente se tome unos tragos de más y haya una crisis geopolítica. Gracias a Dios yo no tomo, así que eso no pasa aquí”.
El comentario hacía referencia a la polémica que protagonizó Petro en enero, cuando, tras una serie de trinos polémicos, puso en riesgo la relación de Colombia con Estados Unidos, su principal socio comercial.
La “borrachera” diplomática de Petro que casi le cuesta millones a Colombia
El episodio al que se refirió Bukele ocurrió cuando Petro decidió negarse a recibir deportados colombianos desde EE.UU., argumentando que venían en condiciones indignas. Sin embargo, la forma en la que lo comunicó en X (antes Twitter) generó un tensión de 12 horas con el gobierno de Donald Trump, lo que casi provoca nuevos aranceles del 25% a las exportaciones colombianas.
Aunque el conflicto se resolvió con la intervención de la Cancillería y el embajador en Washington, los rumores sobre el estado en el que Petro escribió esos mensajes no se hicieron esperar.
Bukele y su lección de estabilidad: “Aquí eso no pasa”
Mientras El Salvador se presenta como un país seguro para la inversión, Bukele aprovechó para comparar la situación de su nación con la volatilidad política en Colombia. Señaló que un gobierno impredecible puede llevar a la ruina a los empresarios y destacó que su país, bajo su liderazgo, ha logrado estabilidad.
“En Colombia, que tiene uno de los mejores empresariados de Latinoamérica, el Gobierno hace algo malo y en un día pierdes el 20% de tus depósitos. Aquí en El Salvador, eso no pasa”, afirmó.
El dardo de Bukele fue directo: mientras su administración presume de seguridad y crecimiento económico, Petro es visto como un líder errático que ahuyenta la inversión.
La reunión, organizada por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi), también contó con la presencia del presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, quien no dudó en elogiar el modelo de seguridad de Bukele. En contraste, lanzó críticas veladas al gobierno colombiano, dejando claro que muchos empresarios anhelan un cambio de rumbo en las elecciones de 2026.
Mientras Petro sigue sumando polémicas en redes sociales, Bukele sigue capitalizando su imagen de líder fuerte y estable. La pregunta es: ¿Colombia seguirá en esta montaña rusa o buscará un modelo más predecible?