El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha anunciado el despido de más de 300 funcionarios del Ministerio de Cultura, argumentando que “promueven agendas que no son compatibles con la visión de este gobierno”.
Bukele afirmó que esta medida permitirá “ahorrar fondos públicos” y que es parte del “camino que la gente eligió” al reelegirlo.
Según los seguidores del presidente, esta destitución masiva cierra espacios al enfoque de género en el país.
Recientemente, el Ministerio de Cultura canceló una obra de teatro drag por considerar su contenido “no apto para las familias salvadoreñas”. Además, en febrero, el Ministerio de Educación retiró “todo rastro de la perspectiva de género” de los programas escolares, decisión aplaudida por grupos conservadores pero criticada por organismos de derechos humanos.
El nuevo ministro de Cultura, Raúl Castillo, ha reafirmado su compromiso con la “protección” y “promoción” de los valores y la cultura del país, justificando así la reestructuración de su cartera.
Estas medidas se enmarcan en el contexto del segundo mandato de Bukele, quien prometió “sanar” la economía tras haber “curado” al país del “cáncer” de la violencia generada por las pandillas.
