En particular, este empresario estadounidense destacó la vacuna Moderna-NIAID que financia la Coalición para las Innovaciones de Preparación para Epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés), un consorcio internacional con sede en Oslo (Noruega) que apoya junto a su esposa, Melinda Gates.
Esa iniciativa entró en su primera fase de ensayos con humanos el pasado 16 de marzo y mientras que otras comenzarán a probarse en mayo, pero Gates estima que ninguna estará lista hasta septiembre de 2021.
Regreso a la normalidad
Respecto a EE.UU., Bill Gates estima que no podrá reducir las medidas de distanciamiento social hasta finales de mayo sin arriesgarse a que haya un resurgimiento en los casos de covid-19.
Una vez que haya controlado esa pandemia, su país podrá “manejar las fábricas, realizar trabajos de construcción” y permitir que sus estudiantes regresen a los centros educativos, aunque los eventos deportivos tendrían que esperar “hasta que haya una vacuna disponible y suficientes personas la reciban”.
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Al mismo tiempo, este filántropo especuló con que el mundo no vuelva a sufrir otra pandemia porque aprenderá lecciones sobre pruebas y vigilancia, mientras que las soluciones médicas con financiación internacional que se desarrollan para resolver la crisis actual podrán contener futuros patógenos humanos antes de que alcancen una escala global.