El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió este lunes que el daño causado por Ida, que azotó este domingo las costas de Luisiana (sur del país) como un destructor huracán de categoría 4, sigue siendo “masivo” e hizo que, durante un tiempo, el río Misisipi “cambiara literalmente de dirección”.
”Sabemos que el huracán Ida tenía el potencial de causar daños masivos y eso fue exactamente lo que vimos”, señaló Biden en una reunión con gobernadores y alcaldes de los estados afectados por el sistema, que dejó la ciudad entera de Nueva Orleans sin electricidad.
El mandatario apuntó que es probable que la cifra de muertos (oficialmente uno hasta el momento) aumente a medida que las operaciones de búsqueda y rescate prosigan en las zonas afectadas, con más de un millón de hogares sin luz en Luisiana.En estos momentos, todavía las marejadas ciclónicas siguen activas y se registran intensas precipitaciones, inundaciones repentinas y carreteras intransitables debido a la acumulación de escombros y tendido eléctrico caído.Biden confirmó que las tareas de búsqueda y rescate ya están en marcha con más de 5.000 efectivos de la Guardia Nacional desplegados en los estados de Luisiana, Misisipi, Alabama y Texas.”Le he pedido a la Administración Federal de Aviación que trabaje hoy con las compañías eléctricas de Luisiana y Misisipi para el uso de drones de vigilancia y evaluar los daños a la infraestructura energética”, explicó.
UN DAÑO CATASTRÓFICO
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, dijo que la prioridad es “salvar vidas” y confirmó que el daño causado por Ida “sigue siendo catastrófico”, sobre todo por los cortes de energía, hasta el punto que “vamos a estar lidiando con este daño durante bastante tiempo”.Por su parte, los responsables de varias agencias nacionales de EEUU advirtieron hoy de las intensas lluvias, desbordamientos de ríos e inundaciones que acompañan todavía a la tormenta Ida, que golpeó este domingo las costas de Luisiana como un feroz huracán casi de categoría 5.
Ida azotó las costa de Luisiana con vientos de hasta 240 km/h (150 mph) arrancando techos de viviendas y dejando inundadas comunidades costeras por las marejadas ciclónicas. Y lo hizo el mismo día en que el huracán Katrina devastó este estado y Misisipi hace 16 años.
”El gran peligro de Ida continúa por las múltiples inundaciones causadas (...), por lo que ahora lo fundamental es que se mantengan seguros: no salgan de casa y permanezcan en los refugios”, alertó a la población en un rueda de prensa telemática Daniel Llargués, portavoz nacional de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
Llargués mencionó que FEMA cuenta en estos momentos con 240.000 efectivos desplegados en las zonas afectadas, 16 equipos de búsqueda y rescate y dispone de 3,5 millones de comidas listas para su entrega, además de unos 2,3 millones de litros de agua potable para socorrer a los damnificados.”Tengan mucha precaución”, insistió el portavoz de FEMA.
Orlando Bermúdez, del Servicio Nacional de Meteorología en San Antonio (Texas), apuntó que la tormenta Ida se encuentra ahora sobre el estado de Misisipi y las “bandas de lluvia” del fenómeno meteorológico están azotando las “áreas más afectadas de Luisiana”, con una acumulación de hasta 18 pulgadas (45 centímetros) en algunas zonas y algo más en el sureste de este estado. Expresó su preocupación por el desbordamiento de los ríos y las inundaciones. “Los ríos se han salido de su cauce ya”, advirtió.
La portavoz y directora de comunicaciones de la Cruz Roja estadounidense, Grace Hayley, indicó que este organismo cuenta con 600 voluntarios, de los que 350 ya se encuentran en los estados de Luisiana y Misisipi, y ha acogido en sus 60 refugios abiertos a unas 2.500 personas.