Japón está lidiando con una grave falta de mano de obra y ha decidido tomar medidas inusuales para atraer empleados.
En un giro sorprendente, McDonald’s en Japón ha decidido permitir a sus trabajadores teñirse el cabello de colores llamativos, rompiendo con una tradición estricta que exigía colores de pelo “naturales”.
Esta decisión llega en medio de una crisis laboral que ha llevado a que las empresas busquen soluciones creativas para llenar los puestos vacantes.
McDonald’s, famoso por su rigidez en las normas de apariencia, ha dado un paso audaz al levantar las restricciones sobre el color de cabello de sus empleados.
La medida, que comenzó como una prueba en un restaurante de Osaka, ha mostrado resultados prometedores, triplicando el número de nuevos empleados en comparación con el año pasado.
Japón enfrenta un problema demográfico serio: su población está envejeciendo rápidamente y la tasa de natalidad es baja, lo que provoca una disminución en la fuerza laboral activa.
Con más del 28% de la población mayor de 65 años, el país está buscando desesperadamente formas de revitalizar sectores cruciales como la manufactura, la construcción y el cuidado de ancianos.
La flexibilización en las normas de apariencia en McDonald’s es solo un ejemplo de cómo las empresas están intentando adaptarse a esta realidad cambiante y atraer a nuevos trabajadores en un mercado cada vez más competitivo.