Un trágico suceso conmocionó a la ciudad de Bella Unión, en Artigas, Uruguay, al inicio del año 2025. Axel, un adolescente de 16 años, fue condenado por el homicidio de su madre de 52 años y su abuela de 75 años. El crimen ocurrió el 1° de enero, después de que Axel vendiera el celular de su madre para comprar cocaína. En un ataque de ira tras una discusión por el celular, apuñaló a ambas mujeres y luego intentó suicidarse cortándose el cuello, pero fue rescatado por los servicios médicos.
La familia ya enfrentaba problemas relacionados con el consumo de drogas y alcohol por parte de Axel, lo que había deteriorado la convivencia en el hogar. Las peleas eran frecuentes y se reportaban faltantes en la casa.
El 1 de enero pasado Axel pasó un rato con su madre y su abuela, y luego se fue a casa de su pareja. Al regreso, su mamá le pidió el celular que le había prestado. Pero Axel se enfadó: su ira era tanta que llegó a golpear a su madre y luego a apuñalarla varias veces. Su abuela vio la escena y comenzó a pedir ayuda, pero el adolescente también fue sobre ella. La golpeó con todo lo que encontraba en la casa: platos, fuentes, cuchillos. La mujer, de 75 años, se desvaneció y cayó al suelo. Luego, el adolescente se hizo un corte en el cuello para quitarse la vida, pero los médicos lo rescataron. Tras el ataque, Axel fue internado y operado antes de ser trasladado a un centro de reclusión del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), donde cumplirá una condena de nueve años por homicidio agravado y femicidio.
Axel consumía marihuana hacía dos años y cocaína hacía uno. El adolescente dejó de asistir a la secundaria y su consumo había generado varios problemas familiares. En la casa solían faltar cosas y él era agresivo con sus familiares, tanto verbal como físicamente y siempre reclamaba por dinero.
Ocho días después del crimen, Axel envió una carta a su hermana pidiéndole disculpas, expresando su arrepentimiento y reflexionando sobre sus acciones.