Desde el 16 de enero de 2025, la región del Catatumbo en Norte de Santander, Colombia, ha sido escenario de intensos combates entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC. Según un informe de la Defensoría del Pueblo, hasta el 18 de enero se han registrado al menos 60 muertes violentas y el desplazamiento de cerca de 1,000 familias debido a la escalada del conflicto. Entre las víctimas fatales se encuentran siete firmantes del acuerdo de paz y un líder social, Carmelo Guerrero.
Los enfrentamientos han llevado a un clima de terror en la región, donde los habitantes reportan confinamiento y secuestros. La situación ha sido tan grave que el presidente Gustavo Petro decidió suspender los diálogos de paz con el ELN, acusándolo de cometer “crímenes de guerra” y demostrar falta de voluntad para alcanzar la paz.
La violencia ha provocado un éxodo masivo hacia ciudades como Cúcuta y Ocaña, así como algunos desplazamientos hacia Venezuela.