Y el que anda a flor de piel es el cantante puertorriqueño Anuel AA que como se diría en buen panameño se le activo el modo chumerri en pleno concierto en Madrid, España.
Y es que en el calor de la actuación alguien arrojó una botella a la tarima donde el artista estaba cantando y eso provocó la ira del mismo que entre la multitud divisó a una mujer que cargaba una peluca azul de esas que suele usar su ex la colombiana Karol G y de inmediato dio por sentado que ella había sido la que le tiró el objeto pues de seguro era una seguidora de La Bichota que estaba infiltrada allí.
A la que me está tirando esa botella, tiene que ser la tonta esta con la peluca azul que quiere llamar la atención. Infeliz”, le reprochó el artista. Pero eso no fue todo lo que se tuvo que aguantar la mujer pues la cosa fue subiendo de intensidad: : “Que no sea tan tonta, tan infeliz”, siguió descargando el reguetonero ante la sorprendente complicidad de una buena cantidad de asistentes que lejos de reprochar la acción del artista contra una mujer, se pusieron a ovacionarlo.
LEA TAMBIÉN: Candente. Ay Dios mío, que rico Dios mío. Tras percance, Karol G regreso a la tarima y pudo cantarle a toda la Plaza Amador
Aunque Anuel AA no tenía ninguna prueba de que la mujer haya podido lanzar desde lejos semejante proyectil al escenario, eso no le impidió seguirla rematando verbalmente recordándole de modo vulgar y soez hasta a la pobre madrecita de la chica que nada tenía que ver en el asunto. Llegó un momento en que el estadio enmudeció porque el boricua seguía con el ataque y para poner la cereza del pastel soltó la frase: “Me ca** en tu vida mil veces”. La identidad de la mujer agredida no ha salido a la luz pública.
En las redes sociales de Anuel AA muchas personas han entrado para reprocharle su actitud para con una mujer de la que no tenía ni la más mínima prueba de que haya sido la de la agresión. Hace unas semanas varias mujeres denunciaron que se les había prohibido entrar a la presentación de dicho artista y su esposa Yailin “La más viral” por el simple hecho de tener el pelo pintado de azul o usar pelucas de dicho color.