Usha Chilukuri Vance, la nueva segunda dama de los Estados Unidos, ha captado la atención durante la ceremonia de toma de posesión de Donald Trump. A diferencia de los miembros de la familia Trump, Usha, con su vestido rosa brillante, se destacó entre los asistentes con sus rasgos indios y su sonrisa cálida. Nacida en San Diego en 1986 de padres inmigrantes indios, Usha tiene 39 años, es abogada y madre de tres hijos: Vivek, Ewan y Mirabel.
Su presencia en los actos oficiales y solemnes por la jura de Trump y su marido como máximos mandatarios del país y del mundo ha sembrado una ola de simpatía.
Usha conoció a su esposo, J.D. Vance, durante sus estudios en la Facultad de Derecho de Yale y se casaron en 2014. Su presencia en eventos políticos ha sido bien recibida, y su discurso en la Convención Nacional Republicana de 2024 resaltó la historia de su marido, de quien dijo era “la persona más decidida que he conocido, con una ambición primordial: convertirse en marido y padre y construir el tipo de familia unida que había anhelado cuando era niño”. Ella es reconocida como la primera mujer de ascendencia india y religión hindú en llegar a la Casa Blanca.
Con una sólida formación académica que incluye títulos de Yale y Cambridge, Usha ha trabajado como asistente legal para jueces federales y en 2015, comenzó a trabajar como asociada en Munger, Tolles & Olson, un bufete de abogados con oficinas en Los Ángeles, San Francisco y Washington DC, aunque renunció luego de que su esposo obtuviera la candidatura a vicepresidente.
Lo cierto es que dentro de cuatro años, cuando el mandato de los Trump finalice, JD puede ser el candidato republicano a la sucesión. Y Usha, una india, quien releve a Melania, eslovena, en la vital tarea de acompañar al presidente del país.