El periodista de TVN, Rolando Aponte, confirmó este lunes, 13 de abril, con la voz entrecortada, que ha sido dado de alta del hospital, luego de superar complicaciones por el nuevo coronavirus.
Aponte, muy emotivo, no pudo contener las lágrimas al conocer su mejoría. Con una actitud de guerrero había compartido varios videos en los que narraba su testimonio con el ánimo de que las personas tomaran más conciencia de la seriedad de la enfermedad.
“Quiero que sepan que vino el médico y me acaban de dar de alta. ¡Estoy feliz!”, dijo entre sollozos.
“En la tarde estaré en mi hogar. Quiero agradecer sus oraciones y sus muestras de cariño”, dijo el periodista que había manifestado su pesar porque, entre otras cosas, era muy difícil estar lejos de las personas que amaba, estaba lejos de los suyos, de sus familiares.
“Es muy difícil estar alejado de las personas que uno ama, pero a la vez es alentador ver todos esos mensajes que recibo a diario y la verdad es que eso me motiva a levantarme y a dar gracias. Se les quiere”, manifestó en su momento a Mi Diario.
Relató que desde el 25 de marzo empezó a sentirse mal, unos tres días después fue a hacerse la prueba y cuatro días después le confirmaron que era positivo en Covid-19. Luego, las cosas se complicaron al punto que tuvo que ser hospitalizado y en momentos sentía que le faltaba el aire, se le complicaba respirar.
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“Hay personas que conozco, estimo, que aprecio, que me dicen que no creen en Dios. Yo los respeto, los aprecio y los estimo. Yo sí creo en Dios. Y gracias a todas esas oraciones de las personas que me han demostrado su cariño, yo hoy estoy de pie, estoy respirando. No me va a alcanzar la vida para darles las gracias. Esto es una situación muy, muy difícil. Espero que nunca pasen por esto”, manifestó a Mi Diario.
Dijo que con su testimonio espera “brindarles una voz de esperanza y de aliento a todas aquellas personas que estén pasando una situación difícil tal como la estoy pasando yo”. Y también espera que otros tomen conciencia de la gravedad del contagioso virus.
Y agregó:
“El segundo mensaje que les dejo amigos, es que hagan caso, quédense en casa. Protéjanse, protejan a su familia”.
Aponte dijo no comprender cómo hay personas que todavía no entienden lo seria de la situación e intentan hacer caso omiso de la cuarentena, por lo que explicó un poco de su vivencia una vez le diagnosticaron la enfermedad.
“Cuando usted empieza a sentirse mal ya es una desventaja. Cuando va al médico lo primero que hace es introducirle un hisopo muy largo por la nariz hasta bien adentro, hasta donde no da más y cuando ya está allá adentro te raspan. A mí me dolió”, dijo
“Una vez te diagnostican positivo, además de tener que dormir y estar lejos de los seres que amamos, viene otro problema. Es que, yo no sé ustedes, pero a mí en lo personal, no me gustan las agujas”, dijo. Y enseñó las señales en sus brazos de las múltiples canalizaciones que han tenido que hacerle.
“Pero si aún así eso no les molesta, les tengo otra noticia más, cuando te dan los medicamentos te ponen una inyección en la barriga, que duele y arde. Si fuera para bajar esta barriga que Dios me dio y que he alimentado tanto, pero no. Nada hermano, la barriga, el ardor y el malestar están allí”.
Y continuó su relato con el ánimo de que entendieran un poco más la enfermedad y los riesgos de no cumplir la cuarentena.
“Si aún así quieren seguir en la calle, les tengo otra. Saben que el coronavirus afecta principalmente el sistema respiratorio, bueno, uno de los malestares es que impide que el oxígeno, que es muy importante, circule por todo el cuerpo y es por eso que muchas personas se desmayan. Para que sepan, la manera científica de medir el nivel de oxígeno que usted tiene es metiéndole una aguja en la muñeca. Señores, duele, eso duele”.
“Así es que, si con todo eso, a ustedes no les importa y quieren pasar por todo esto, sigan en las calles. Puedo entender que hay personas que están pasándola muy mal, que no tienen nada en la casa. Me solidarizo con ellos... Yo sé lo que es pasar hambre. Pero, piénselo, señores. Pongan su fe en Dios y todo va a salir bien. Quédense en casa. El Señor puede ahorcarnos un poquito, pero no nos abandona jamás. Amén. Se les quiere”, dijo.
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