Elías Johnson, un joven de 29 años y licenciado en enfermería, está a tan solo un año de cumplir su sueño de convertirse en médico.
En una entrevista exclusiva con Mi Diario, Johnson compartió su inspiradora historia de perseverancia y sacrificio.
La trayectoria de Elías comenzó en 2012, cuando intentó ingresar a la Universidad de Panamá para estudiar medicina. Sin embargo, se encontró con varios obstáculos: no aprobó el examen de admisión y no contaba con los recursos económicos necesarios para costear la carrera.
“Las mensualidades ahora son arriba de mil 100, 0 mil 400, que es arriba de lo que gana un enfermero comenzando”, explicó Elías.
“Sino trabajo no como y si como no puedo llegar a la meta. Gracias a Dios falta poco, estoy en la recta final para mi diploma”.
En lugar de rendirse, Elías optó por estudiar enfermería mientras mantenía viva su meta de convertirse en médico. Tras finalizar su carrera en enfermería, comenzó a estudiar medicina mientras trabajaba como enfermero y, para ganar dinero extra, empezó a vender postres y gelatinas.
“Mi mundo se está destruyendo por dentro”, recordó Elías, quien llegó a dudar de su sueño en momentos de dificultad.
La historia de Elías dio un giro inesperado cuando una persona anónima, al conocer su historia, decidió ayudarle con los pagos universitarios. A pesar de esta ayuda, Elías continúa trabajando para sustentar a su familia, ya que también apoya a su madre y hermana.
Elías también intentó obtener apoyo del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (IFARHU), enviando cartas y correos para solicitar becas, pero siempre recibió respuestas negativas.
“Esa no era la ruta que Dios quería, nunca se dio auxilio o beca. Dios utilizó esto para hacer conocer mi historia, aunque en un inicio lo único que yo quería era vender para poder seguir”, expresó Johnson.
El joven futuro médico instó a quienes enfrentan desafíos similares a no rendirse. “A las personas que están igual que yo, les digo que no se den por vencidos y que lo imposible es alcanzable. Muchas veces le dije a Dios, dame fuerzas que no puedo, pero al final siempre hay una luz de esperanza, no se detengan. Siempre tuve buenas notas, lo que pude conseguir fue una asistencia que no cubría el costo de mi carrera”.
Elías también hizo un llamado a las autoridades para mejorar el acceso a la información y el apoyo económico para estudiantes con vocación.
“Hay muchas personas que serían buenos profesionales pero por el factor económico no lo pueden conseguir. Yo le diría a las autoridades que debería haber un mejor acceso a la información y no que sea con tanto protocolo. Si no fuera por esta persona que me ayuda, hace un año hubiera quedado atrás”.
La historia de Elías Johnson es un testimonio conmovedor de esfuerzo y determinación, y un recordatorio de que incluso en medio de las dificultades, la perseverancia y la fe pueden abrir puertas a un futuro prometedor.