Sentimientos encontrados y lágrimas de emoción esbozó la periodista María Celeste Arrarás una semana después de su despido de Telemundo.
María Celeste explicó que no han sido fáciles estos días de transición y aseguró que se encuentra bien, dentro de lo que cabe, porque a nadie le gusta perder su empleo ni dejar de hacer lo que le apasiona, hablando de Al Rojo Vivo, al que aún llama su programa.
Informó que ya le desmontaron el estudio que tenía para transmitir desde su casa y que el momento fue tan emotivo que le afloraron las lágrimas.
Confirmó, entre lo positivo, que entiende que la decisión no fue nada personal, que se debió a que todas las industrias están pasando momentos muy difíciles y aseguró que aún le quedaba un contrato largo con Telemundo y la empresa se lo va a honrar.
“No les voy a pintar todo color de rosa. Esta mañana cuando me desperté me golpeó la realidad”, dijo.
“Que ya no me tengo que levantar a las seis de la mañana para empezar a buscar a noticias para la reunión editorial que tenemos todas las mañanas; para empezar a preparar reportajes y entrevistas; para esa vorágine excitante y maravillosa de hacer un show de televisión. Ahora me levanté y me puse a fregar los platos de mi casa, que mis hijos me dejaron anoche, porque me cocinaron, me consintieron, pero me dejaron los platos sucios”, dijo.
“Entonces, pues nada, hice labor de ama de casa y cuando me entró un poquito de ansiedad por ese vacío que te queda cuando tienes tanta actividad en un momento dado, lo que hice fue sacar a pasear a mi perro Archie, lo saqué a pasear tres veces esta mañana para canalizar la energía. Creo que él piensa que es su cumpleaños o que es Navidad, no entiende, pero está muy feliz de que lo he sacado tanto, pero bueno, es mientras uno se acostumbra a la transición. Y así es como yo lo miro, siempre positiva, siempre optimista”, manifestó.
Reconoció que esta es la segunda vez en la vida que pierde un empleo. “Sabía que esto es algo que a uno le duele y siempre se cuestiona qué va a pasar conmigo. Pero en esta ocasión, a diferencia de la primera vez, yo tengo la experiencia de los años que me demuestran que estas cosas pasan para que uno crezca y evolucione”, dijo.
Expresó que cuenta estas cosas, porque si alguien como ella está pasando por algo difícil, utilice esos consejos para aplicarlos a su vida, a su realidad.
“Siempre le he dicho a mis hijos, la vida hay que mirarla el vaso la mitad lleno. Si uno cuando tiene momentos difíciles se hace la víctima y empieza a buscar todo lo negativo y empieza a culpar a otros, empieza a tratar de complicar el cuadro que ya tiene complicado, uno tiene la tendencia a estancarse, a perder el tiempo en banalidades, en cosas que no te van a ayudar a progresar en ese nuevo camino”.
“Por eso me he concentrado en lo positivo. Y lo positivo es, primero que nada, entiendo que la decisión que tomó la empresa no es por algo personal y es porque estamos viviendo muy difíciles y que está pasando a través de todas las industrias”.
Explicó que no tomarlo como algo que fue contra ella la ayuda mucho a tener la mente despejada, tranquila. “Sobretodo también pienso que en todo esto que está pasando soy una persona con suerte, porque me quedaba todavía un contrato bastante largo con Telemundo y la empresa me lo va a honrar. Por lo tanto, tengo una seguridad económica que hoy en día muchas personas no tienen. Y uno siempre tiene que compararse con que siempre hay alguien que está peor que uno.
Está positiva pensando que le vienen muchísimas cosas buenas. “He recibido tantas llamadas de posibles proyectos que los voy a empezar a analizar la semana que viene, porque esta semana me la quiero tomar bien tranquila para digerir todo lo que ha pasado”.
“Uno tiene siempre que analizar bien por qué pasan las cosas y sobre todo para qué. Qué es lo que me viene en el futuro que yo sé que va a ser bueno”, dijo.
SE LLEVARON EL ESTUDIO
Confirmó que ya hace dos días desapareció el estudio casero que tenía en su casa para hacer el programa en teletrabajo. “Se lo llevaron. Y fue un momento bien emotivo, un momento muy simbólico, porque es un cierre del círculo. Vinieron mis compañeros que adoro y que me adoran y que me han dejado clarísimo que me quieren. Vinieron camarógrafos y el equipo de técnicos que hace unos meses atrás vinieron a armar el estudio en medio de la pandemia, desde el cual hicimos muchos programas y dimos muchísima información”.
Admitió que el gesto de sus compañeros le hizo llorar.
Explicó que cuando abrió la puerta para recibir a sus compañeros cuál fue su sorpresa. “Me trajeron rosas, refrescos para mi hijo Adrián, que fue el que actuó como ayudante técnico durante toda la producción que hicimos durante la pandemia aquí desde mi casa. Yo no dejo tomar refrescos, por debajo de mi supervisión le trajeron refrescos, le trajeron bizcochitos a mis otros hijos que también ayudaron, había uno que cuidaba los perros mientras yo hacía el programa, había otro que se encargaba de que no hubiese ruido afuera, que no pasara nadie, porque sino los perros ladraban, en fin, era una producción familiar, con todo el cariño del mundo”.
“Se me salieron las lágrimas, no se los puedo negar”, dijo calificando al gesto de sus compañeros como “muy bonito”.
“Ya mi sala ha vuelto a ser sala. Extraño mi estudio y extraño a mis compañeros. Decirles que una semana después estoy como un cascabel, sería mentirles. Hay momentos en que a uno le da tristeza, hay momentos en que veo una noticia en la tele y me da por agarrar el teléfono como si fuera a llamar a mi equipo, pero no los quiero interrumpir. Son cosas a las que uno se va acostumbrando”.
Reiteró que la razón por la que cuenta todo esto, es porque tenemos siempre que acostumbrarnos a las transiciones que son buenas para evolucionar. “En mi caso, cada vez que he tenido que hacer cambios en mi vida, a veces sin yo misma quererlo inicialmente, como pasó ahora, siempre ha surgido algo bueno y ha surgido algo bueno, porque me he preparado mentalmente para aceptar ese cambio que llegó y correr hacia el futuro”, expresó la expresentadora de Al Rojo Vivo.
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