Sádica e impactante para algunos, adictiva y bien llevada para otros. Sea cual sea la opinión personal que se tenga sobre la serie surcoreana “El juego del calamar” lo que es innegable es el fenómeno internacional en el que se ha convertido sorprendiendo hasta a la misma plataforma Netflix que ni siquiera hizo mayor esfuerzo en invertir en su promoción al no esperar grandes resultados.
El juego del calamar, una serie de nueve capítulos colgada en la plataforma el pasado 23 de septiembre se ha hecho famosa con el boca a boca haciendo que prácticamente en cada rincón del planeta se hable de ella. La premisa es sencilla para esta distópica ficción surcoreana pero lo que esconde detrás de ella es aterrador. El título de la ficción procede de un juego tradicional coreano denominado Squid Game y consiste en que un atacante y un defensor deben enfrentarse y dibujar en el suelo diferentes formas geométricas, un cuadrado, un triángulo y un círculo, que, juntas, formarán la figura de un calamar. Si un atacante logra superar al defensor y pisar la cabeza del calamar, ganará el juego. El perdedor, por el contrario, recibirá un castigo que en el caso de la serie es ser asesinado.
Sin caer en spoiler, hay que revelarles que los 456 participantes de este juego no saben todo lo que les espera. Su ideal es tener una vida tranquila y sin deudas pues como se diría en buen panameño casi todos deben la existencia. A lo largo de la trama se darán situaciones que pondrán al espectador frente a dilemas morales y a meditar si se vale todo por conseguir dinero.
Esta serie es de vieja data, más de 13 años, y puede decirse que casi no ve la luz, pues la mayoría de las productoras se negaron a financiarla por su contenido violento que temían que chocara con las posiciones conservadores del público en momentos en que a nivel mundial los índices de violencia se incrementan. Su título original no era el que tiene actualmente se iba a llamar Round 6, otro juego de la infancia de muchos en el país asiático entre ellos el director de la producción, Dong-hyuk y que data de los años 70.
Ted Sarandos, CEO de la compañía, resaltó los buenos datos de la producción de Hwang Dong-hyuk. “Hay un show en Netflix en este momento que es el número uno en el mundo y se llama ‘El juego del calamar’. Definitivamente será nuestra mayor serie en un idioma diferente al inglés en el mundo, sin duda. Existen muchas posibilidades de que sea nuestro espectáculo más grande de todos los tiempos” destacó el ejecutivo, algo que todo pareciera indicar que se cumplirá y sorpresivamente sin ninguna campaña millonaria de publicidad, sólo con el boca a boca de los abonados de la plataforma.