Anita Correa, reconocida influencer panameña que inspiró a miles con su espíritu de superación, falleció la noche del 30 de octubre tras permanecer varios días en coma en el Complejo Hospitalario de la Caja de Seguro Social (CSS) y tras sufrir una caída el pasado domingo.
La joven de 28 años, quien lidiaba con las complicaciones de la Osteogénesis Imperfecta, una enfermedad que hace los huesos extremadamente frágiles, se encontraba hospitalizada luchando por su vida.
Su última aparición en público fue el pasado domingo, cuando participó en una caminata.
Amigos y seguidores quedaron impactados por el súbito deterioro de su salud, que la llevó a convulsionar y a caer en coma, desencadenando un profundo duelo en redes sociales y entre quienes la conocían de cerca.
Además Correa había enfrentado un difícil proceso de recuperación desde que, hace poco más de seis meses, sufrió otra grave caída que le dejó fracturas en la cadera, fisura en el coxis y una costilla rota.
Aunque con grandes esfuerzos pasó por terapias para intentar recuperar su movilidad, su condición médica complicaba cada paso.
La Osteogénesis Imperfecta, también conocida como “enfermedad de los huesos de cristal”, afecta el colágeno y aumenta la vulnerabilidad ósea, generando fracturas incluso sin un golpe fuerte.
La influencer se destacaba no solo por su carisma, sino por su lucha constante contra la discriminación hacia las personas con discapacidad.
Estudiante de Derecho y licenciada en Comunicación Social, Anita se esforzaba por visibilizar los desafíos que enfrentaba, alentando a sus seguidores a ver la discapacidad como una limitación mental antes que física.
Además, su aparición en el video musical “Bichota” de Karol G la hizo aún más conocida en redes sociales, donde compartía mensajes de motivación y resiliencia.
La noticia de su fallecimiento se difundió rápidamente, generando un torrente de homenajes en redes.
Bettina García, quien apenas tres días antes había pedido oraciones por su recuperación, se mostró consternada por la pérdida.
Cientos de seguidores recordaron su carácter y tenacidad, llenando sus perfiles de mensajes y fotos que la mostraban sonriente, desafiando con su ejemplo los límites que le imponía su condición.
Anita celebró su último cumpleaños el 28 de septiembre.
Hoy, su legado queda en el corazón de quienes vieron en ella una verdadera guerrera, alguien que enseñó a vivir cada día con intensidad y con la certeza de que los límites solo existen en la mente.