Para el pastor Carlos Morales su sueño de joven fue ser artista, subirse a una tarima y cantar ante miles de personas, ese era su anhelo. Pero su voz no lo acompañó y así su deseo se desvaneció.
Pero Dios sí tenía un propósito con él, quería que fuera cantante, pero para alabarle a Él.
Hoy disfruta viendo a su hijo Carlos Isaías Morales Williams, conocido artísticamente como Sech, hacer lo que en un momento de su vida soñó. Y siente orgullo por los logros que ha obtenido, entre esos estar nominado a tres Premios Grammy Latinos y en cinco categorías en los Premios Urban Music Awards.
De manera exclusiva, el pastor Morales nos regaló una entrevista y nos contestó esto.
¿Cómo se siente con el éxito de su hijo?
“Primeramente, hay mucha gente que me ha criticado porque yo soy pastor y mi hijo es un cantante de música popular, pero antes yo no era un pastor y quería ser un cantante. Lo que yo no logré él lo hizo y al ver lo que luchó y peleó para lograrlo me llena de satisfacción. Y ahora que logró lo que quería me siento orgulloso de él”.
¿Qué le dice él a usted?
“Yo oro por él, es lo que le puedo dar, mi oración. Él me dice papá, yo voy a ser como usted y el ejemplo de un padre marca a su hijo, por eso sé que algún día mi hijo vendrá a tomar la posición de su padre. Hoy soy apóstol y el día de mañana Sech será apóstol”.
¿Sech es como un peluche o tiene carácter?
“Cuando se habla del peluche es porque él siempre ha sido gordito. Su apariencia física contagiaba, por eso siempre lo abrazaban y le daban mucho cariño. A pesar de que los peluches son manejables, contrario a ello Carlos Isaías no es así, tiene un carácter sólido, con fundamento”.
¿Le gustaría que le cantara a Dios?
“A mí me gustaría que tú, el camarógrafo, el que edite la entrevista y todos le cantaran a Dios. El hombre fue creado para la alabanza de su gloria y tarde o temprano saldrá una alabanza de la boca de todos y es ahí cuando la gente conocerá que Sech o el Peluche se convirtió en un predicador”.
La gente asocia el reguetón con perdición, ¿usted cómo lo ve?
“La gente está mal ubicada porque de repente yo puedo cantar algunas canciones, escuchar un reguetón y no creo que eso marque sus principios, aunque no seas evangélico o católico. Yo recomiendo a los muchachos que si van a cantar que no canten para incitar al mal, que lo hagan para que las personas escuchen y puedan meditar y pensar en situaciones de su vida”.
¿Qué debe hacerse por los jóvenes?
“La juventud de hoy no se puede perder. Hay que darles principios, fundamentos, hay que ayudarlos, pues serán nuestra generación mañana y no podemos permitir que el diablo se los lleve, sino más bien ellos deben venir a los pies de Cristo”.
Cuéntenos una anécdota suya con el Sech.
“Él tenía apenas 9 años y las parejas con problemas en su matrimonio lo buscaban para que les diera consejo. Esto gracias al ejemplo que siempre vio de mí junto a mi esposa”.
¿El Sech siempre le metió a la música?
“Su historia siempre fue la música. Cuando estudiaba en el IJA constantemente me mandaban a llamar porque se la pasaba entretenido cantando y escribiendo música y los profesores le decían que no iba a vivir de la música y por eso tenía que estudiar. Frente a ello, lo que yo hacía era pedirle que lo ayudaran para que estudiara, pero él en su afán seguía invirtiendo su tiempo en ambas cosas”.
¿Cuál es la canción de Sech que más le gusta?
“Si lo pruebas todo y todo te falla, prueba a Cristo... esa sería la canción que más me gustaría que él cantara. Pero como su padre lo admiro, por eso deseo ayudarlo a que siga adelante”.
¿Acompañará usted a su hijo en las ceremonias de las nominaciones del Grammy?.
“Yo le dije que probablemente no vaya, no porque la gente me critique. Realmente si yo voy en esta ocasión lo esperaría en el hotel para orar por él y bendecirlo. Siempre le he inculcado que sea fuerte y grande, pero a la vez humilde. Lo importante no es ganarse un Grammy, sino tener un corazón sano”.
¿Qué le ha regalado el Sech?
“Me regaló una camioneta Prado, un reloj y otras cositas. Pero mi regalo más importante como padre es su comportamiento y saber y escuchar de sus labios que me ama mucho”.
¿Qué consejo le daría a los jóvenes que quieren triunfar, pero que no se atreven?
“Cada ser humano tiene un sueño, y si lo tienes el que persevera hasta el fin ese lo va a alcanzar”.
¿Cree que la fama puede desviar a las personas del camino correcto? ¿Cree que su hijo se mantendría con la cabeza fría? ¿No le teme a esto?
“El problema muchas veces en el ser humano es su ego: Cuando el hombre sube muy alto cree que lo hizo porque es lo máximo. Realmente yo creo que a mucha gente la fama le ha hecho daño, es como el pobre cuando recibe un millón de dólares. La fama no puede manipularte y hacerte perder el norte, hay que tratar de seguir manteniendo un corazón sano”.