Y llegó el día de las elecciones en los Estados Unidos, en las que al margen de las preferencias hacia uno u otro candidato, hay dos estilos muy particulares que aspiran a permanecer o llegar a ostentar el título de primera dama.
Melania Trump
Nacida en la antigua localidad yugoslava de Novo Mesto (hoy Eslovenia), la actual primera dama de los Estados Unidos, Melania Trump, de 50 años, una modelo de profesión casada con el actual presidente Donald Trump, con quien tiene un hijo, ha impuesto su estilo muy particular.
Caracterizada siempre por vestir muy elegante con finas marcas europeas de lujo, Melania transpira glamour y sus distintas apariciones han estado bajo la lupa de los expertos de la moda para dar su veredicto en sus aciertos y desaciertos en lo que se pone, calza, los peinados que se hace y su forma de comportarse en los diferentes eventos.
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En el aspecto político se le ha visto acompañando a su esposo en compromisos y viajes, aunque no pocas veces ha dejado muy claro ante la faz del mundo que tiene su propio criterio y las diferencias han sido más que visibles.
Jill Biden
Podría considerarse la antítesis de Melania. Al contrario de la primera dama en funciones, la señora Biden, de 69 años, es una profesora de inglés que siguió ejerciendo aún en sus tiempos de esposa del vicepresidente de los Estados Unidos.
Jill, nacida en Nueva Jersey, nunca se ha sentido cómoda con los cargos, y quizás el apelativo de primera dama tampoco sea mucho de su agrado. Su imagen está más cercana a la de la mujer trabajadora norteamericana promedio que con la de una representante de las élites de poder de la nación.
En cuanto a la moda, la esposa de Joe Biden también marcaría distancia con una figura de primer orden. En más de una ocasión se le ha visto repetir un vestido y es fiel defensora del reciclaje y la ecología, incluyendo en el mundo de la moda.
Melania y Jill, dos mujeres de personalidades distintas, cada cual con sus cualidades y cuyos estilos tienen tanto sus seguidores como detractores.