La noche del lunes 18 de mayo del 2020 falleció la querida escritora y educadora Isis Tejeira Jaén, hija del popular periodista y escritor Gil Blas Tejeira.
Y como su padre, tuvo también importares aportes a la literatura panameña como: “Sin fecha fija” (1882), “Está linda la mar y otros cuentos” (1991) y “El impostor”.
La muerte de la varias veces ganadora del premio Ricardo Miró fue ampliamente difundida en las redes sociales.
"Fue una tía maravillosa, que vivió apasionadamente el teatro y la literatura. Su novela ‘Sin fecha fija’ permanecerá en las letras hispanoamericanas. También nos deja sus libros ‘Está linda la mar’... y otros cuentos y ‘El impostor’. Actriz, directora teatral, novelista, cuentista y profesora. En todas estas facetas puso el alma. Hoy brindo por su vida. Descanse en paz.
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Isis Victoria Tejeira Jaén se marchó anoche. Fue una tía maravillosa, que vivió apasionadamente el teatro y la literatura. Su novela "Sin fecha fija" permanecerá en las letras hispanoamericanas. También nos deja sus libros "Está linda la mar... y otros cuentos" y "El impostor"(.) pic.twitter.com/zgSsBJTV47
— Felix A Quiros T (@faquirostejeira) May 19, 2020
“Por ti, que eras una y fuiste todas. Indoblegable Madre Coraje. Tejedora de los sueños de San Blando, que no tiene cuando, donde el dolor nos devora con la amenaza del vacío; pero con un guiño asomas desde el corazón y anuncias la imposibilidad de tu ausencia” resalta el comunicado enviado por su sobrino Felix Armando Quirós Tejeira donde desde Twitter conmemora la vida de la talentosa panameña.
Por su parte La Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero R. también lamenta el hecho: “Estamos muy agradecidos con ella. Entre sus tantos aportes como amiga de esta institución, ella y sus familiares realizaron la donación de una parte importante del legado de su padre Gil Blas Tejeira”.
En Mi Diario, varios colegas lamentamos su deceso. Una de ellas, es la editora de corrección Monserrat Alzamora que compartió una anécdota que le cambiaría la manera de ver las cosas:
“Conocí a la profesora Isis Tejeira en la Escuela de Español. Ella enseñaba Literatura Grecolatina y el primer día de clases ella nos pidió que describiéramos alguna cosa bonita que hubiéramos visto durante el día. En ese momento no entendí qué tenía que ver esa pregunta con lo que estábamos estudiando, pero a medida que fui avanzando en mi carrera comprendí que solo quién tiene sensibilidad para observar las cosas hermosas que se nos presentan cada día somos capaces de apreciar la literatura”.