Tatiana Vélez, la exnovia del artista Yemil, quién se encuentra detenido por supuesta violencia de género en su contra, siempre se mantiene dando de qué hablar.
Y es que recordemos que la chica en su momento defendió a su expareja y aseguró que no la maltrataba, pero luego acudió a denunciar a “El maleante caro” con su madre, pero tiempo después se peleó con su progenitora y se fue de la casa y defendió a capa y espada a “El yeyo”.
Al final, la relación llegó a su fin y volvió a casa de sus padres de la que supuestamente recientemente salió ya que “necesitaba independencia”.
Tatiana Vélez, exnovia del cantante Yemil decide irse de la casa de su mamá
Ahora se encuentra trabajando en sus cursos de maquillaje, donde se desempeña muy bien. En uno de sus últimos en vivos con sus seguidores de Instagram estaba hablando de que necesitaba comprar un nuevo implemento para maquillarse y también estaba promocionando uno de sus cursos de maquillaje.
La cosa es que como es natural, algunos “haters” comenzaron a preguntar por qué se había ido de la casa de su mamá otra vez y está salió diciendo en un tono algo molesto que no era que no quisiera hablar del tema, pero que estaba hablando de otras cosas.
En su monólogo, sacó de su en vivo a algunas chicas que empezaron a criticarla, pero algo que muchos notaron es que se le escuchó un extraño acento colombo/venezolano, y muchos le pidieron que fuera ella misma y que no intentara imitar a nadie que no es.
Lo cierto es que a través del tiempo, la joven ha mostrado diversos cambios bruscos en su comportamiento como defender o no a su ex o reconciliarse y pelearse con su madre.
¿Qué le pasa a la novia de Yemil? Conoce un poco del síndrome que podría estar afectándola
Su cambio de acento llamó la atención de los internautas y en la siguiente publicación de Mi Diario, varias personas llegaron a la conclusión de que Tatiana podría tener una doble personalidad ya que también la han escuchado hablando con acento colonense o hasta dominicana. A lo mejor se trata de una simple broma de Tatiana.
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Lo cierto es que no hay prueba de eso, porque bien podría tratarse sólo de un proceso de cambio por su edad, aunque en algún momento su madre y una abogada del patio insinuaron ella “estaba enferma”, ¡Santo!