En la vibrante comunidad de San Miguelito, específicamente en el barrio 9 de Enero, Juan Miranda, de 37 años, se ha convertido en un referente gracias a su fonda Tiki, un rincón de sabores que ofrece comidas económicas en $2.50 para todos los gustos.
Desde pollo hasta coditos con tuna, en la fonda Tiki se encuentra de todo, menos langostinos. Miranda, quien tuvo una infancia marcada por la pobreza y la necesidad, ha logrado un cambio positivo en su barrio.

Una historia de determinación
“Mi historia es muy triste. Soy el menor de seis hijos y te podrás imaginar lo que vivimos en los tiempos de invasión, no teníamos para comer. Comíamos flauta con chicha de Kool-Aid, y en los días de lujo, pan con mantequilla”, recuerda Miranda, añadiendo que su madre los sacó adelante a pesar de las adversidades.
“Todos somos profesionales gracias a Dios. El hambre fue parte de nuestra infancia, algunos vecinos nos regalaban frijoles, no supe qué fue un cumpleaños, dormíamos en piso de tierra, todos teníamos problemas nasales”.
La fonda Tiki, que abre sus puertas desde las 11:00 a.m., ofrece platos a solo $2.50 y $1.00 para los niños.
“Yo cocino desde niño, desde los ocho años. Vendía duro o lavaba carros”, comenta Miranda, quien se define como un activista social que utiliza la comida criolla para tener un impacto positivo en la comunidad. Además, dirige un comedor que alimenta a 17 niños y les proporciona pasaje para el colegio. “Eso me lo paga Dios”, dice con humildad.
Consciente de los problemas de delincuencia en San Miguelito, Miranda cree en el poder del buen ejemplo para cambiar la realidad de los más jóvenes.
“En San Miguelito hay delincuencia, si no le damos el ejemplo a los niños no van a cambiar, ningún político o gobierno nos va a cambiar, debemos hacerlo nosotros y enseñar”.
Le impacta profundamente ver a niños que dejan de estudiar por no contar con lo básico para hacerlo. “Si pudiera cambiar algo en Panamá, sería mejorar la calidad de la educación”, afirma con determinación.
Sobre la posibilidad de incursionar en la política, Miranda dice que es algo que está considerando, pero solo si puede apoyar a la comunidad. En cuanto a su modelo de negocio, asegura que el secreto está en el volumen de ventas:
“Esto es 1+2, solo se trata de volumen, hay que pensar en grande”. Planea abrir pronto una nueva sucursal de la fonda, más estructurada.
Controversia con una ‘Botella’

En cuanto a una controversia en redes sociales sobre una funcionaria del Ministerio de Ambiente que lo amenazó debido a que los carros de sus clientes se estacionaban cerca de su casa, Miranda explicó que la funcionaria fue destituida y que el ministro Juan Carlos Navarro lo llamó al día siguiente para aclarar la situación. Recientemente, también regaló mil sopas de lentejas con chorizos en el desfile de aniversario de San Miguelito, gracias a la ayuda de sus patrocinadores, como un gesto de gratitud hacia su comunidad.
Juan Miranda agradece la oportunidad de compartir su historia y destaca la importancia de exponer a personalidades del barrio que influyen positivamente en los niños. Para el futuro, se ve apoyando a los niños hasta que se gradúen de la universidad, demostrando que con esfuerzo y dedicación, es posible cambiar vidas, una comida a la vez.