En un live de la abogada Wyznick Ortega, la chica que resultó herida con un disparo en el glúteo que le atravesó la pierna izquierda y le ocasionó una fractura en la cadera en dos partes, el pasado 2 de abril durante una fiesta del cantante Boza, pide justicia.
La bala le impactó el útero y la pelvis, cosa que le ocasionó una hemorragia y coágulos dentro de su cuerpo.
Entre llantos, la víctima Erika, de 23 años, denunció en el live que durante una fiesta en la casa del artista de talla internacional ubicada en la barriada Costa Esmeralda, en ciudad Radial, recibió un disparo en el glúteo que la dejó por meses en cama y además estuvo intubada.
Han pasado cuatro meses y su recuperación ha sido difícil, ya que estuvo en silla de ruedas y ahora camina con bastón.
Revela que nadie se ha hecho responsable de lo que le ocurrió, a pesar de tener ya un proceso en la fiscalía.
Erika especificó que ella y otras amigas acudieron de madrugada a la casa del artista para bañarse en la piscina, invitadas por la cantante Anyuri.
En un momento sintió que alguien la estaba tocando por debajo del agua y ella asegura que fue Boza. Se salió del piscina un poco incómoda y a eso de las 10:00 a.m. le dijo a Anyuri que se quería marchar del lugar.
En dicha reunión se les prohibió usar el celular y Boza, al escucharla, le dijo que no se iba a ir de su casa hasta que él quisiera que se fuera.
Anyuri sintió que se tenía que ir a trabajar, aunque era mentira.
Minutos después solo sintió un disparo y el cuerpo caliente y entonces Anyuri la agarró.
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“Cha mami, yo no lo quería hacer, fue un accidente,” le dijo un chico presente.
La trasladaron al Complejo Hospitalario, donde la operaron de urgencia para sacarle los coágulos de sangre y verificar que sus órganos estuvieran bien.
Erika asegura que hoy le cuesta conciliar el sueño y tiene secuelas psicológicas; requirió 23 pintas de sangre.
Sobre Anyuri, indicó que al inicio estuvo pendiente de ella, pero que actualmente no mantienen comunicación. Cuando ella rindió declaración ante la fiscalía, Anyuri no le volvió a escribir.
Sobre su caso, ella revela que no ha pasado mayor cosa y se encuentra a la espera de una audiencia. En este caso, se encuentran querellados Boza y otra persona.
Wyznick le indicó que la norma indica que a los propietarios de armas que permitan que otros la utilicen pueden ser penados con 10 años de prisión.
Además, Erika reveló que el mánager de Boza, Alberto Gaitán, se comunicó con ella para hacerla firmar un documento y hasta le ofreció dinero para que ella estuviera bien.
Aclara que no quiere dinero, sino justicia, ya que el dinero no compra vidas.
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