Es el jefe de Estado de la segunda nación más pequeña pero una de las más ricas del planeta y quien recientemente pudo vivir en carne propia los estragos que causa el nuevo coronavirus que no discrimina raza, credo religioso, estatus social o político.
Y es tras esta experiencia nada agradable que el príncipe Alberto de Mónaco ha podido palpar lo difícil que la están pasando tanto quienes se han visto contagiados por la pandemia como el resto de la población que ha sufrido el daño colateral por los efectos económicos que está dejando la peor peste que haya azotado al planeta en lo que va de este siglo.
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Una vez dado de alta de este mal, el máximo dirigente del Principado de Mónaco quiso enviarle un mensaje muy importante a sus súbditos, anunciándoles que para paliar en algo la crisis que sufrirán este año, reducirá el presupuesto de palacio en un 40%, siendo el primer ejemplo de tal magnitud en todas las casas reales europeas y de las jefaturas de Estado del planeta.
Los gastos del Principado bajarán de 13.8 millones de euros(14.6 millones de dólares) a 8 millones de euros(8.6 millones de dólares) en este 2020 para lograr paliar una profunda crisis que superaría los 500 millones de euros(538.5 millones de dólares) del erario público.