Más que una actividad física o un arte de defensa personal, el karate se ha convertido en el canal perfecto para que muchos niños y jóvenes con algún tipo de discapacidad puedan integrarse a nuestra sociedad.
Fue una idea del sensei Eduardo Frías, la que después de seis años de haberse puesto en marcha sigue dando buenos frutos. Él visualizó que el karate podría utilizarse como medio inclusivo y verdaderamente ha sido así.
“Al karate lo buscan siempre por disciplina, pero al final es una herramienta complementaria para que los chicos con alguna condición de discapacidad puedan desarrollar no solamente la motricidad gruesa, sino también su entorno social. Que puedan compartir, integrarse y tener convivencia”, comentó Frías a Mi Diario.
EXPANDE SUS FRONTERAS
El programa de Frías y su Fundación Desarrollo Senshi (Fundese) ha calado tanto que ya ha logrado extenderse a varios sectores del país y también fuera de fronteras.
TAMBIÉN PUEDES LEER: Abogados del jinete panameño Luis Sáez apelarán sanción que le impusieron
A nivel nacional, son ocho los entrenadores ya capacitados que atienden a niños con diferentes discapacidades, como: autismo (leve, moderado y severo), parálisis cerebral, retraso mental, movilidad reducida, síndrome de Down, hidrocefalia, ciegos y sordos, entre otros.
“Inicialmente era para niños con cuatro condiciones. Gracias a Dios, actualmente hay 12 patologías y de acuerdo a la condición, así adaptamos la enseñanza”, explicó.
Sobre el plan de entrenamientos, Frías precisó que hay grupos que entrenan dos veces a la semana y otros una hora. “Todo depende de su condición, pues no es bueno llevarlos tanto tiempo en un solo día”, recalcó.
Olga Tamayo es una de esas madres que dan fe del éxito de este sistema creado por Frías, pues su hijo Luis Carlos, quien presenta autismo y retraso, ha logrado grandes avances desde que ingresó al programa de karate hace cinco años.
“Mi hijo ha mejorado muchísimo lo que es la parte motora, lo de recibir instrucciones, reglas, etc. El programa es muy bueno”, resaltó la señora.
NECESITAN APOYO
Frías reiteró que su mayor satisfacción es saber que está dejando un legado, pues el programa ya no solo se ejecuta en Panamá, sino que es copiado en otros países como Colombia y Costa Rica.
Sin embargo, aceptó que el apoyo de la empresa privada con sensibilidad en cuanto al tema de discapacidad también se hace necesario para mantener la loable labor.
“El programa tiene un costo dependiendo de una evaluación que hacemos. Igual la fundación tiene un número de atletas becados, pero necesitamos el apoyo de la empresa privada para que esto se mantenga”, reiteró el experto en artes marciales.