La muerte de Miller Gardner, de apenas 14 años, ha conmovido al mundo del deporte y ha sembrado incertidumbre sobre lo ocurrido en el resort Arenas Del Mar Beachfront & Rainforest en Costa Rica. Hijo del exjugador de los New York Yankees, Brett Gardner, el adolescente falleció mientras dormía, en la mañana del viernes 21 de marzo, durante unas vacaciones familiares.

Lo que parecía una escapada de ensueño terminó en tragedia. La familia Gardner, compuesta por Brett, Jessica y sus hijos, no consumió comida del hotel ni almorzó ni cenó allí el día anterior a la muerte.

Sin embargo, varios miembros de la familia presentaron síntomas de enfermedad, incluida vómito, lo que inicialmente llevó a sospechas de intoxicación alimentaria.

El informe preliminar del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica apuntó a una posible “asfixia por intoxicación relacionada con intoxicación alimentaria”. No obstante, el OIJ desmintió días después esta hipótesis, confirmando que no hubo obstrucción de las vías respiratorias, descartando así la asfixia.
El resort, que cuesta alrededor de $900 por noche, obtuvo una calificación de 98.5 sobre 100 en su más reciente inspección de salubridad, realizada el 14 de marzo, apenas una semana antes del suceso. En un comunicado, el hotel expresó su dolor y afirmó estar cooperando plenamente con las autoridades mientras la investigación continúa.
“Tenemos tantas preguntas y tan pocas respuestas en este momento”, dijo la familia en un mensaje desgarrador. Lo único claro hasta ahora es que Miller murió pacíficamente mientras dormía, y que su partida ha dejado un vacío inmenso.
El caso sigue abierto, mientras crece el interés mediático y la presión pública por conocer qué ocurrió realmente en una de las zonas turísticas más exclusivas del Pacífico costarricense.