En una noche gris y desafortunada para el equipo mexicano, Uruguay se impuso con contundencia con un marcador final de 0-4. El encuentro, disputado en el estadio Empower Field at Mile High, dejó en claro la superioridad charrúa desde los primeros minutos de juego. Darwin Núñez se erigió como la figura del partido al marcar un hat-trick, mientras que Facundo Pellistri añadió otro tanto para sellar la victoria uruguaya.
A pesar de tener una mayor posesión del balón, con un 55% frente al 45% de Uruguay, México no logró convertir su dominio en oportunidades claras. Ambos equipos realizaron ocho disparos, pero la diferencia estuvo en la efectividad: Uruguay anotó cuatro goles en cuatro disparos a puerta, mientras que México no logró perforar la red en sus tres intentos.
La precisión en los pases también reflejó el estilo de juego de cada equipo, con México alcanzando un 83% de efectividad en 352 pases, frente al 76% de Uruguay en 291. No obstante, la falta de contundencia en el ataque y la sólida defensa uruguaya hicieron la diferencia.
El partido fue limpio, sin tarjetas amarillas ni rojas para ninguno de los equipos, aunque sí hubo una notable cantidad de faltas, 13 cometidas por México y 19 por Uruguay. Las acciones de fuera de juego y los tiros de esquina también estuvieron equilibrados, lo que subraya que la diferencia radicó principalmente en la capacidad de Uruguay para capitalizar sus oportunidades.
Este resultado deja a México con mucho que reflexionar de cara a sus próximos compromisos, mientras que Uruguay celebra una victoria contundente que fortalece su moral y cohesión de equipo.