A decir verdad, la primera jornada ni siquiera había empezado como se esperaba.
Mermados por el ardiente sol que rodeaba los linderos del estadio ‘Andy Alonso’ de Parque Lefevre, los miembros del equipo de la Caja de Seguro Social de Aguadulce fueron avasallados por el conjunto de la Autoridad del Canal de Panamá en su primera presentación el pasado sábado durante una jornada adelantada del XI Campeonato de Softbol Gubernamental, cuya sede era la ciudad capital.
Tras el partido, el dolor por la derrota era evidente en el rostro de losjugadores. En cada rincón del coliseo, grupos minúsculos de atletas comentaban y buscaban el porqué deese descalabro. Obviamente, la idea de los jugadores no era empezar la faena con el pie izquierdo.
Ni modo. No quedaba otra. Cumplida la labor del primer día y buscando tal vez el equilibrio emocional que les permitiera levantar la moral, un grupo de jugadores del equipo se apostaron cerca del local preparado para vender los refrescos propios de un lugar como ese.
La necesidad de mojar la garganta se hacía mayor. Fueron varias las cervezas que se compraron. Uno que otro se ofrecía a pagar la ‘ronda’, mientras que algunos esperaban su turno para hacerlo.
A un costado, varios de ellos aprovecharon para comprar hamburguesas y una que otra presa de pollo asado.
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‘¡Mira eso, a mí me vendieron un pollo en 2 dólares y a él se lo dieron en 1.50!’, mencionó un jugador que permanecía sentado sobre las gradas que hacía las veces de comedor.
'Voy a pagar la ronda... ¿cuántos son?', preguntó casi a la vez Melanio Núñez, otro de los atletas presentes. 'Aprovechen ahora, porque para mañana no hay', agregó, tal vez sin pensar que sus palabras se cumplirían cual profecía.
LLEGÓ LA TRAGEDIA
Y es que después de aprovechar las siguientes horas para hablar, opinar, pensar, analizar y hasta celebrar, Núñez y otros nueve integrantes de ese equipo vivirían un momentoinesperado. Camino al Estadio Nacional Rod Carew, donde se hospedaban, el bus Hyundai blanco con placa 008308, con capacidad para 15 pasajeros, que los transportaba y que era conducido por Luis Sarmiento, fue embestido de manera mortal por un camión recolector de basura marca Petterfield con placa 496758 propiedad del Municipio de Panamá conducido por José María Escartín, que regresaba de Cerro Patacón, y al parecer sufrió un desperfecto mecánico que lo hizo salirse de la vía y ocasionó la tragedia a eso de las 10:05 p.m. del sábado (15 de diciembre del 2007).
El golpe fue tan letal que ocho de los pasajeros del busito murieron en el lugar de los hechos, mientras, que Núñez y José Luis De León, al igual que los ocupantes del carro recolector, resultaron gravemente heridos, por lo que tuvieron que ser trasladados a diferentes centros médicos.
La víctimas fueron: Pablo Pinilla, Eduardo Ramos, Horacio González, Elías Tuñón, Juan Sánchez, Domingo Moreno, Abel Sánchez y el conductor Luis Sarmiento.
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Tras el accidente, en la escena se apreciaba un cuadro dantesco. Varios cuerpos quedaron tirados sobre el herbazal. Otros terminaron incrustados entre las latas y hierrosretorcidos del busito. Para sacarlos fue necesario utilizar equipo especial del Cuerpo de Bomberos en una labor que que se extendió hasta más o menos las 2:30 a.m. de ayer domingo (16 de diciembre del 2007).
Tras aquella lamentable tragedia, aquel certamen fue suspendido. Los ocho fallecidos hicieron llorar a todo un país y su funeral fue multitudinario.
HABLAN UN COMPAÑERO
'La verdad todos los años los recuerdo con bastante cariño y siempre los tengo presente. Al principio me daba como rabia y decía que no quería jugar más (softbol), pero con el pasar del tiempo pensé que eso era algo que les gustaba a ellos y por eso volví a jugar', comentó el laboratorista Humberto Sánchez González, a quien una llamada de su esposa le impidió abordar ese bus y por ende le salvó la vida.
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‘Yo recuerdo clarito cuando íbamos para Panamá en el bus. Muy contentos, puedo recordar todo lo que se hablaba ese día’, agregó Humberto quien hoy goza del amor de dos hijos.
Hoy, 12 años después, Mi Diario los recuerda de esta manera con la nota que publicó el periodista aguadulceño Aurelio Ortiz G. en la edición impresa del lunes 17 de diciembre del 2007, con algunas actualizaciones.