Contando los días par volver al ring, Mike Tyson hace un viaje en el tiempo para recordar la noche en que conquistó su primer título mundial de boxeo.
Corría el 24 de noviembre de 1986 y Tyson quería sangre. Con 20 años y medio, aquella noche, el canadiense Trevor Berbick, de 33, no sabía que pasaría a la historia al ser víctima de Tyson, quien se convertiría en el campeón más joven de todos los tiempos en los pesos pesados.
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Cerca de 8 mil 500 aficionados fueron testigos presentes de aquella demostración de “Mr. KO', quien no dio tregua a su rival desde el mismo primer asalto.
La primera vez que Berbick besó la lona logró levantarse, pero a la segunda, por más que lo intentó en varias ocasiones, no lo logró. Fue un arrebato en el asalto número dos, Tyson salió como un ciclón a acabó con su rival.
“No podía dejar el ring con vida sin el cinturón de campeón. El gancho que le envié a la cabeza lo ‘mató’. Ha sido mi mejor pelea. Era la mejor oportunidad de mi vida y no quería desaprovecharla”, dijo el estadounidense ya en los vestuarios a la prensa.
El resto ya es historia. Esa victoria le dio la chance para disputar el Campeonato de la Asociación Mundial de Boxeo, cita en la que superó a James Smith por puntos, unificando la corona mundial al proclamarse campeón de la Federación Internacional de Boxeo al derrotar a Tony Tucker, también a los puntos. Después, ya en 1996 conquistó el título mundial de los pesos pesados en su versión AMB. Evander Holyfield lo derrotó a finales de ese mismo año, y en la revancha del año siguiente Tyson mordió la oreja de su rival y le arrancó un trozo. Unas imágenes que han quedado para siempre en la historia del boxeo. Fue descalificado e inhabilitado.
Y ahora, el próximo mes de septiembre, a sus 54 años, “Iron Mike” volverá al ring para una pelea benéfica ante su compatriota Roy Jones Jr.