El breaking, conocido popularmente como breakdance, ha recorrido un largo camino desde sus inicios en las calles del Bronx en la década de 1970. Lo que comenzó como una expresión cultural de la comunidad afroamericana de Nueva York ha evolucionado hasta convertirse en una disciplina reconocida mundialmente. En los Juegos Olímpicos de París 2024, el breaking debutará como un deporte oficial, destacando la evolución y aceptación de este arte urbano en la arena deportiva global.
El breaking surgió como una parte integral de la cultura hip-hop, caracterizándose por movimientos improvisados y enérgicos al ritmo de la música hip-hop y pausas de batería. Se compone de cuatro tipos de movimientos principales: top-rock (movimientos de pie), down-rock (movimientos en el suelo), power moves (movimientos de potencia) y freezes (posturas congeladas).
A lo largo de los años, el breaking ha crecido en popularidad y ha establecido su presencia en el escenario internacional. En la década de 1990, comenzaron a celebrarse las primeras competiciones internacionales, y en 2004, el Red Bull BC One se convirtió en el campeonato más prestigioso del mundo del breaking. En 2018, la World DanceSport Federation (WDSF) reconoció oficialmente el breaking como un deporte, y ese mismo año, se introdujo en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires, Argentina.
En los Juegos Olímpicos de París 2024, el breaking se dividirá en dos categorías: una para b-girls y otra para b-boys. Cada categoría contará con la participación de 16 competidores que se enfrentarán en batallas individuales, improvisando sus pasos al ritmo de la música del DJ. Los competidores serán juzgados en base a la originalidad, la técnica, la creatividad y la musicalidad de sus movimientos.
La competición de b-girls se llevará a cabo el 9 de agosto, comenzando a las 9:00 a.m. hora de Panamá, con la ronda final por la medalla de oro a las 2:23 p.m. hora de Panamá. La competición de b-boys se desarrollará el 10 de agosto en el mismo horario. El evento se celebrará en La Concorde de París, una ubicación emblemática situada a 5 kilómetros de la Villa Olímpica y Paralímpica.
La inclusión del breaking en los Juegos Olímpicos marca un hito significativo para la cultura hip-hop y el reconocimiento de las artes urbanas en el ámbito deportivo. Este logro no solo destaca la diversidad y la innovación dentro del movimiento olímpico, sino que también ofrece una plataforma global para que los breakers muestren su talento y pasión.
Además, el breaking en los Juegos Olímpicos refleja una tendencia hacia la inclusión de disciplinas deportivas que resuenan con las generaciones más jóvenes y que representan la evolución de las expresiones culturales contemporáneas.
A través de su participación en París 2024, el breaking tiene la oportunidad de inspirar a una nueva generación de atletas y artistas, consolidando su lugar en la historia del deporte.