A tan solo dos semanas de afrontar la última ventana de partidos de las eliminatorias mundialistas, The Coaches’ Voice ha publicado una entrevista con Thomas Christiansen.
El míster no es el primero técnico que habla con el selecto sitio web como entrenador de Panamá. Ya en 2018 fue el turno de Hernán Darío Gómez.
La entrevista aborda una pequeña parte de la carrera de Christiansen como jugador, pero mucho más amplia como entrenador.
Sus pasos por Chipre, Bélgica e Inglaterra antes de llegar a Panamá, donde vivió unos cuantos años en su infancia.
“DIRIGIR A PANAMÁ ES EL MAYOR RETO DE MI CARRERA”
Llegar a Panamá también era complicado por la pandemia. El país estaba totalmente paralizado. Tras la cuarentena nos fuimos a Penonomé, una zona residencial, para iniciar entrenamientos en burbuja.
Ese fue mi primer contacto con la selección de Panamá. Los jugadores venían de cinco meses encerrados en casa sin entrenar.
En Penonomé me dediqué a analizar el nivel de los futbolistas. Me tocó también tomar decisiones de cambio generacional en función de qué era lo mejor para el equipo. Sin embargo, fue muy positivo porque pude relacionarme con los jugadores.
El futbolista panameño es un jugador físicamente fuerte, técnicamente apto, con unas condiciones atléticas importantes, pero le faltan esos conocimientos futbolísticos de base. Ese también es uno de mis retos en la selección: formar jugadores.
Acepté el reto de ir a Panamá justamente por estas cosas que se pueden mejorar y que se han mejorado en muchos aspectos. Estoy orgulloso de ello, pero todavía queda un camino muy largo que recorrer. Hay cosas básicas que se tienen que mejorar, tanto deportivas como extra deportivas. Esto es a base de dinero, esfuerzo y voluntad. Lo que no se puede comprar lo podemos dar en conocimientos. Debemos tener la ilusión de invertir en el deporte.
Dirigir a Panamá es el mayor reto de mi carrera como entrenador. Cuando hice la entrevista final con el Comité Ejecutivo les dije que, además de tener un estilo propio, quería ayudar a cambiar el fútbol en el país, implementar una metodología que fuera de la selección absoluta a categorías inferiores. Sin embargo, la pandemia no nos ha permitido hacer el trabajo que a nosotros nos hubiera gustado.
También me motivó tratar de unir al país alrededor de la selección, que los aficionados volviesen a tener esa conexión con el equipo.
Lo más importante como entrenador es plasmar tu idea de juego y que el jugador la entienda y se sienta a gusto. Si ellos creen, serán capaces de todo. Por eso ahora se atreven a ser protagonistas, a tener la posesión y sobre todo, están cómodos, respaldados y con confianza.
Conseguido el deseo de dirigir una selección, mi sueño siempre fue llegar a un Mundial.
Este es mi reto con Panamá.