Shin continúa su camino de 3,000 kilómetros con energía. Desde Reynosa, México, hasta San Pedro Sula, Honduras, Shin Fujiyama lleva adelante un reto físico y emocional sin precedentes, correr 3,000 kilómetros para recaudar fondos destinados a la construcción de 10 escuelas. Cada paso representa no solo un esfuerzo atlético, sino también la esperanza de transformar vidas a través de la educación.
A sus 40 años, Fujiyama ha enfrentado múltiples desafíos. En el tramo guatemalteco, después de completar 44 kilómetros, sufrió una baja de oxígeno y niveles críticos de glucosa. El equipo de socorro en Santa Lucía Milpas Altas lo atendió de inmediato, estabilizándolo para que pudiera continuar su travesía. Este incidente dejó claro que la determinación del corredor es tan grande como su causa.
#Nacionales | 🏃♂️🎶 Durante su travesía en El Salvador como parte de su reto de recorrer 3,000 kilómetros por Centroamérica.
— Última Hora (@ultimahsv) October 20, 2024
El influencer y filántropo japonés, #ShinFujiyama, disfrutó al ritmo de las cumbias salvadoreñas. 🇸🇻🕺🏻
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Día tras día, Fujiyama corre el equivalente a un maratón, documentando su experiencia en redes sociales, donde miles de seguidores lo animan y apoyan. “Vamos, Shin, todos creemos en ti”, se lee en uno de los comentarios que acompañan los videos de su ruta. El youtuber no solo busca cruzar fronteras físicas, sino también unir a las comunidades que encuentra a su paso.
#Noticias247 | ¡NI EL JAPONÉS SE LO CREÍA!
— Noticias 24/7 HN (@noticias247hn) October 23, 2024
VÍDEO: En un acto de solidaridad, el Presidente de #ElSalvador, #NayibBukele, a través de una llamada telefónica le dio una buena noticia al altruista japonés #ShinFujiyama, al informarle que le donara 𝐝𝐨𝐬 #BITCOIN (𝐦𝐨𝐧𝐞𝐝𝐚… pic.twitter.com/mCeyeYHYl8
El 23 de octubre, Shin fue recibido con entusiasmo al llegar a El Salvador. Ahí, el presidente Nayib Bukele lo sorprendió con una llamada, expresando admiración por su causa y anunciando una donación personal de 2 bitcoins, equivalente a unos 130 mil dólares. Esta contribución es un impulso significativo para la meta de Fujiyama, que sigue enfocado en renovar y construir escuelas en Honduras.
Con cada kilómetro recorrido, Fujiyama demuestra que la educación no conoce fronteras. Su desafío físico refleja su compromiso social y su conexión con Centroamérica. Su paso por Guatemala dejó una huella imborrable, y su entrada triunfal a El Salvador es solo otro capítulo en esta historia de esfuerzo, solidaridad y esperanza.