Era octubre del 2013 y Raúl Alonso Jiménez, con 22 años de edad, militaba en el América y se empezaba a ganar su sitio en la selección de México. Venía de ganar un año antes la medalla de oro del fútbol masculino (sub-23) en los Juegos Olímpicos.
El Tri atravesaba un momento complicado en la eliminatoria. Del Chepo de la Torre, a Víctor Vucetich a Miguel Herrera. La dirección técnica era una silla caliente.
Panamá inspirado, hacía lo suyo. Penedo le tapó un penal a Chicharito Hernández y Luis Tejada anotó el 1-1. Gran resultado para el onceno istmeño pero Jiménez se sacó una chilena espectacular ante la atenta mirada de Felipe Baloy, Román Torres y Harold Cummings.
La chilena dio la vuelta al mundo, y a partir de entonces Jiménez empezó a militar fuera de México. Al verano siguiente, el Atlético de Madrid lo compró por 10 millones de euros. Vistió por tres años la camiseta del Benfica en Portugal y ahora lleva cuatro con el Wolverhampton en la Premier. Ya son 7 temporadas en Europa con un total de 84 goles anotados en toda competencia.
Hoy Jiménez llega al estadio Azteca como la principal amenaza para Panamá. Y Gerardo Martino ha disipado la duda sobre su posibilidad de jugar.
“Raúl está disponible. Ha tenido una buena recuperación. Los días que han sucedido en la convocatoria los ha hecho de menor a mayor y está a disposición para ser considerado en el partido de mañana”, expresó Martino en rueda de prensa.