La racha de del cubano Raisel Iglesias, no es un mero accidente; es el resultado de una precisión quirúrgica, una concentración inquebrantable y una preparación exhaustiva. Lograr 10 apariciones perfectas consecutivas no solo implica retirar a 30 bateadores seguidos sin permitir un solo hit, base por bolas o error, sino que también resalta su capacidad para mantener la calma bajo presión en los momentos más críticos de los partidos.
Raisel Iglesias hasn't given up an earned run since June 16! pic.twitter.com/IumuR3a34S
— MLB (@MLB) August 23, 2024
Este tipo de consistencia es casi inaudito en la historia de la MLB. Iglesias se une a un club exclusivo de lanzadores que han logrado al menos 10 apariciones perfectas consecutivas, un grupo que incluye nombres como Bobby Jenks y Koji Uehara, quienes también dejaron su marca en las grandes ligas con rachas similares. Sin embargo, lo que hace que la racha de Iglesias sea aún más impresionante es que es el primero en lograr este hito en más de una década, demostrando que su dominio no es solo temporal, sino una señal de su excelencia continua en el montículo.
El logro de Iglesias no solo es un testimonio de su talento, sino también de su capacidad para evolucionar y adaptarse. En una era donde los bateadores son más poderosos y los juegos se definen por detalles mínimos, mantener una racha perfecta requiere una combinación de habilidad natural y trabajo duro. Cada entrada perfecta que ha lanzado es una obra maestra de control, velocidad y estrategia.