Desde que Lionel Messi llegó a la Major League Soccer (MLS), sus problemas físicos han sido una constante. En 606 días como jugador del Inter Miami, el argentino ha estado 132 días fuera de competición debido a distintas lesiones y pausas por fatiga.
La última de estas bajas lo ha dejado fuera del Superclásico sudamericano contra Brasil. Tras completar los 90 minutos en el último partido de Inter Miami, las pruebas médicas revelaron una lesión en el aductor que lo obligará a parar nuevamente.
Este patrón de ausencias ha generado inquietud. A pesar de la gestión de sus minutos, el calendario exigente de la MLS, los largos viajes y los compromisos con Argentina han evitado que Messi logre una continuidad plena.
Si bien la lesión es catalogada como “leve”, el temor en Inter Miami es que se extienda lo suficiente como para impedir su participación en los cuartos de final de la Concachampions ante Los Angeles FC. Con 36 años, la realidad de Messi es distinta a la de hace unos años: la clave ahora será manejar su físico con precisión para evitar más bajas en el futuro.